Es miércoles y como cada semana hay tianguis en la colonia Loma Xicohténcatl, de la capital tlaxcalteca.
Pero ya son varias semanas que no son igual a las del resto del año. Las mesas instaladas en la esquina de las calles 6 y 13 lucen semivacías.
Al famoso “miércoles de cecina” no han asistido los clientes que tradicionalmente acuden a comer tacos de carne asada, acompañada de nopales, cebolla, rajas de chile jalapeño, aguacate y queso.
La contingencia sanitaria por el Coronavirus (Covid-19) mantiene aislados a los oficinistas del Gobierno Estatal, del Congreso del Estado, del Poder Judicial y del municipio capitalino, potenciales clientes del negocio de comida “La Herencia” que, puntuales y con el tiempo medido para volver a su trabajo, cada semana asistían sin falta.
No solo ellos son asiduos consumidores de platillos de cecina preparada todos los miércoles, también empresarios, presidentes municipales, diputados, maestros, comerciantes, turistas, periodistas y todo aquel que guste de un buen taco.
Aquí viene todo mundo, políticos, empresarios, profesionistas, personas sin ningún cargo público y a todos los tratamos igual, como lo merecen… hoy nos pegó la contingencia y no hay otra alternativa que aguantar, expresa Gabriela Ruiz.
Los intensos rayos del sol y la parrilla que arde con carbón de encino hacen que la temperatura aumente al estar aquí, pero a los pocos clientes que acudieron eso no importa, vale la pena “humearse” solo por saborear la jugosa y salada cecina.
BAJAN VENTAS AL 50 %
A partir de la contingencia decretada en Tlaxcala por la presencia del Coronavirus, sus ventas bajaron al 50 por ciento de un solo golpe, al igual que en el tianguis sabatino de la capital, al que también asisten a laborar.
¿Que si el Covid-19 preocupa a los comerciantes? Sí y demasiado. Pero si en este instante de algo está segura Gabriela es que, pese a ello, los 20 empleos que genera el negocio de sus padres, Guadalupe Benítez y Oscar Ruiz, junto con su hermano Oscar, no serán suspendidos ni mucho menos habrá despidos.
En un abrir y cerrar de ojos cambió todo, todavía hace dos semanas tuvimos clientela y logramos sostener los gastos de mercancía y trabajadores, pero no sabemos lo que suceda después… no habrá despidos porque somos una gran familia y saldremos bien de esto.
Para abonar a las recomendaciones del sector salud, el negocio de comida de más de 40 años de antigüedad y 20 en el tianguis de “La Loma”, colocó un lavamanos portátil, gel antibacterial y todo el personal usa cubrebocas.
A pregunta expresa sobre si dejarán de laborar en las próximas semanas, Gabriela responde que solo si las autoridades federales y estatales lo determinan al decretar la Fase 3.
No tenemos las mismas ganancias que antes y por eso debemos acudir a trabajar, no podemos dejar de hacerlo, salvo que nos veamos obligados.
El panorama que hoy padece “La Herencia” es similar al del resto de comerciantes de venta de comida rápida y fondas establecidas en Tlaxcala, temor que es compartido con los dueños de lujosos restaurantes al vivir en la incertidumbre por no tener certeza sobre cuánto durará la contingencia sanitaria y, sobre todo, si sus ahorros serán suficientes para soportar la cuarentena.
IMPLEMENTAN SERVICIO A DOMICILIO
Pero la contingencia no desanima a la familia Ruiz Benítez y como alternativa implementaron, desde mediados del mes de marzo, el servicio a domicilio.
Oscar Ruiz, el menor de la familia, es el responsable de recibir los pedidos vía WhatsApp al número 2221911645 y mediante ubicación satelital acude a entregar los alimentos.
Su hermana Gabriela ocupa el cargo de cajera, mientras que sus padres, Guadalupe y Oscar, tienen como principal encomienda surtir la carne a la parrilla y estar al tanto de que todos los clientes reciban pronta atención por parte de los meseros.
- Hace 40 años inició el negocio de venta de cecina “La Herencia” en el tianguis Ignacio Bonilla, hoy mercado sabatino Emilio Sánchez Piedras, por los señores Daniel Benítez e Irene Paisano.
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