La venta de carpa hervíbora, hueva y charal tostada y envuelta con hojas de tamal, se reactivó en la comunidad, este 19 de marzo con motivo de la festividad a San José Atoyatenco en el municipio de Nativitas.
Tras la pandemia que dejó varias personas fallecidas durante un año, en esa localidad, las cocineras abrieron al público la venta de esta exquisita gastronomía en viernes de cuaresma.
Sus casas -que adecuaron como restaurantes- están limpias y desinfectadas, para recibir a los visitantes que aprovechan el viaje para saludar en el templo a San José, el patrón de los artesanos.
“La enfermedad nos dejó más pobres, no vino la gente, ahora empezamos con 10 carpas, si es que se venden le seguimos… la verdad nunca utilcé cubrebocas, ya si Dios me recoge, que sea su voluntad”, expresó doña Alicia Corona Torres que, el 21 de diciembre cumplirá 88 años.
En ese negocio Alicia, Reina y Alma se cumplen tres generaciones de trabajo ininterrumpido de tostar las carpas (Ctenopharyngodon idella) y venderlas para subsistir. Doña Alicia rememoró que a la edad de 18 años, su esposo Diego Quiroz Vázquez -falleció en 2018- fue el precursor de este proyecto que ahora lo realizan 15 familias de San José.
Dijo que primero extraían las carpas de una laguna que había en Atoyatenco, pero al secarse, tuvieron que viajar hasta la Ciudad de México.
Él se levantaba muy temprano por el pescado hasta Las Vigas en la Ciudad de México, me tocaba eviscerar y limpiar las carpitas, sacar la hueva y los charales, expresó la veterana mujer.
EL DATO
Una carpa de 3.5 kilogramos en fresco, tiene un costo de 380 pesos, las de menor tamaño en 180, mientras que la hueva y charal en tamal en 100 pesos.
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