Para los coleccionistas, un televisor en desuso de la década de los 60's y 70's para uso decorativo puede costar entre 400 a mil 200 pesos, mientras que para algunas personas son aparatos viejos que sólo estorban en la casa y los desechan.
Recientemente, el municipio de Santa Cruz Tlaxcala llevó a cabo una campaña de recolección de aparatos eléctricos y electrónicos, que durante una semana recibieron la tecnología de antaño para disponerla al reciclaje.
Empero, entre los artículos que entregó la gente, hay de las primeras tecnologías que aparecieron en los primeros años de la televisión a color, algunos también con imagen en blanco y negro.
Si bien con el paso de los años ya lucen deteriorados, hay personas que los restauran para conservarlo como un tesoro del pasado, aunque su principal finalidad de recibir la señal de televisión sea inservible.
El auditorio municipal de Santa Cruz Tlaxcala fue la bodega del acopio realizado en las cinco comunidades.
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De este modo, en el montón aparece un televisor de la marca Philco, aún con sus patas, también otro de la marca Emerson, así como un Stromberg Carson, marcas estadounidenses que marcaron una pauta en el entretenimiento familiar de los mexicanos.
Además, entre los artículos recolectados tampoco pueden faltar las primeras videocaseteras de formato Beta o VHS, asimismo las rebobinadoras, computadoras de disco flexible o de tres y media pulgada de almacenamiento externo, entre otros aparatos electrónicos.
También, una pobladora de la cabecera municipal entregó toda una historia de vida y de estudios, su primera máquina de escribir eléctrica con todo y su estuche que la acompañó desde la secundaria hasta la universidad, una Smith Corona que aún funciona, pero la cinta está descontinuada.
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Sobresalen también otros aparatos electrónicos en desuso más modernos, como los televisores analógicos, impresoras, mientras que en el montón de eléctricos hay planchas y grabadoras, entre otros.
La disposición final de todo recolectado, incluso los tesoros de la tecnología de antaño, será el reciclado.
Finalmente, y como moraleja, no todo lo que se tira es basura, el reciclaje es otra forma de conseguir dinero o darle valor a los artículos en desuso en el mercado adecuado.
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A través de las redes sociales se pueden ofertar los aparatos en desuso con algún valor histórico, donde algunos pueden alcanzar un valor de más de mil pesos.