Eran las 13:27 horas cuando un remolino comenzó a formarse en las calles de la ciudad de Apizaco, el cielo se oscureció y comenzó a llover.
Las madres que fueron por sus hijos a las instituciones educativas, se refugiaron en comercios establecidos. Los comerciantes ambulantes no tuvieron otra alternativa que esperar pasara el fenómeno meteorológico.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Una solitaria mujer que cruzaba las vías en la estación de Ferrocarriles Nacionales del Sur, se atemorizó por las fuertes ráfagas de viento. Con sus manos intentó cubrirse el rostro, al momento que imploraba: “Dios mío, protégeme”.
En tanto, dos vendedores de aguas frescas y tepache con hielo, situados frente al Museo Casa de Piedra, recibieron la fuerza del viento. Después de unos minutos, los daños a su puesto ambulante eran evidentes.
A esa misma hora, Concepción Aguilar, vecina de la comunidad de El Rosario Ocotoxco, municipio de Yauhquemehcan, solicitó el apoyo de la presidencia municipal y de la Coordinación Estatal de Protección Civil, toda vez que se desplomaron las bardas que estaban listas para el colado de su casa.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
(El remolino) pasó muy rápido, venía de sur a norte y tumbó mi casa, los muros se desplomaron con todo y castillos que ya estaban terminados, ahora pido el apoyo de las autoridades para volver a levantar mi casa, comentó a este Diario la afligida mujer.
Minutos después, personal de Protección Civil de Yauhquemehcan arribó al lugar para ayudar a la familia a retirar los escombros que dejó el siniestro.
Abel Beltrán García, director de PC de esa jurisdicción, informó que el remolino causó daños en tres viviendas, específicamente en una obra en construcción, bardas y techumbres.