Con bombas de gas lacrimógeno, la policía estatal “rescató” al presidente de Xiloxoxtla, Francisco Zacapa Rugerio, pues siete delegados y la ciudadanía lo retuvieron por dos horas en el auditorio, con el objetivo de presionarlo a cumplir su palabra de entregar 900 mil pesos a cada barrio.
Hace quince días, los quejosos se reunieron con el munícipe para pedir un aumento a sus participaciones y tras varias horas de diálogo, se comprometió a dispersar 900 mil pesos para cada una, lo cual, significa un importante incremento, pues el año pasado les entregó poco más de 300 mil.
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El acuerdo fue asentado en un documento y firmado, pero la intención era asentarlo en sesión de Cabildo, no obstante, Zacapa Rugerio se desdijo y les ofreció 400 mil pesos, para luego ausentarse por varios días y fue hasta este viernes cuando lo localizaron.
Los inconformes observaron la camioneta del alcalde estacionada frente a la presidencia, entonces llegaron acompañados de pobladores a las 9:00 horas y lo hallaron en el auditorio, ahí le pidieron que organizara una sesión extraordinaria de Cabildo, pero se negó, dijo la organizaría hasta el lunes.
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Lo tacharon de incongruente, de faltar a su palabra, abusar de su poder, tomar decisiones de mutuo propio, ignorar a todos los miembros edilicios y manejar el erario a su antojo, pues en lo que va de este año no ha convocado a sesiones de Cabildo.
En el sitio se constituyeron hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad. Al ver la concentración de ciudadanos, el alcalde ordenó a los policías municipales lo escoltaran, pues tenía miedo que lo agredieran.
Como no llegaban a ningún acuerdo y cada vez se concentraba más la gente, la policía municipal pidió apoyo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la cual envió a un grupo antimotines, con el objetivo de rescatar al presidente.
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Cuando los elementos arribaron, la ciudadanía cerró el acceso al auditorio, pero conforme avanzaba el tiempo, era más notable la presencia de uniformados, entonces decidieron bloquear los accesos con las estructuras metálicas que sirven como gradas en eventos deportivos, pues son movibles.
Justo cuando intentaron colocar una grada en la entrada principal, los elementos policiacos estatales aprovecharon para abrir la puerta por la fuerza y el alcalde salir, pero la gente no lo permitió, entonces empezaron los forcejeos, empujones y agresiones físicas.
Las mujeres policías fueron agredidas físicamente y los hombres sometieron a los escoltas del alcalde, uno de ellos intentó desfundar su arma de cargo, pero fue derribado al suelo. Adentro ya había golpes.
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Entonces, la policía estatal lanzó la primera bomba, luego otras dos y en minutos el auditorio estaba completamente cubierto de gas lacrimógeno. La población intentó salir de inmediato, pero los accesos estaban bloqueados por las gradas colocadas.
Ante la desesperación quebraron cristales y abrieron las puertas por la fuerza. Frente a la alcaldía la gente encaró a los elementos policiacos y los acusó de “alcahuetear” las acciones del alcalde, en vez de estar del lado de la población.
Los culparon de alterar el orden público e irrumpir la paz social, pues su único objetivo era presionar a Zacapa Rugerio para que cumpliera sus acuerdos. La policía a sentirse amenazada soltó más gases, lo cual desató aún más la ira de la gente.
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Cuando los efectivos se retiraban, la ciudadanía les ajorró agua, piedras, pateó las patrullas, rompió cristales y calaveras; entonces, la policía respondió con más cartuchos de gas. En total 13 bombas detonadas.
El enlace de la Secretaría de Gobernación pidió a la población que armara una comisión para atender sus demandas, la cual debe trasladarse a la capital para evitar nuevos episodios de violencia, como el ocurrido este viernes.
DINERO LA CAUSA DEL CONFLICTO
El alcalde prometió 900 mil de participaciones a delegados, pero al final ofreció 450 mil, lo cual causó el conflicto
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