Por fin cayeron las primeras gotas de agua de la temporada de lluvias que anuncian el fin de la extrema sequía que se registró no sólo el territorio tlaxcalteca, sino a nivel nacional.
Coincidentemente, en el municipio de San Antonio Cuaxomulco, minutos antes de que se registrara la caída del vital líquido, la población católica realizó un acto de rogación “para que Dios conceda la lluvia a nuestras tierras”, rezaba la convocatoria.
De esta manera, el presbítero de la parroquia de San Antonio Abad, Julio Edgar Jiménez Báez, con el Santísimo en sus manos, encabezó el recorrido por la calle Tlacuicuilco, Baltazar Maldonado Sur y avenida Ruiz Cortines.
Detrás de él, la comunidad católica oraba y cantaba para que el Creador se apiada del mundo terrenal ante la falta de lluvia.
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Antes, en el templo, el sacerdote exhortó a su feligresía a que los rezos también se dedicarán a toda la comunidad, para la salud de los enfermos, entre otras peticiones.
De esta manera, la procesión comenzó a las 16:13 horas cuando el cielo ya se encontraba nublado, con un ligero aire que no logró mitigar en ese momento el sofocante calor.
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Empero, cuando apenas la peregrinación giraba hacia la avenida Baltazar Maldonado Sur, unas primeras gotas de agua comenzaron a sentirse en la piel, era el primer presagio de la tan esperada llegada de la lluvia.
El recorrido terminó en la parroquia, para luego seguir con las oraciones a San Isidro Labrador y posteriormente la misa de rogación.
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Aún no terminaba la celebración eucarística cuando el cielo se nubló por completo, para después presenciar la primera llovizna de la temporada, que aunque fue insuficiente para humedecer la tierra, al menos mojó los terrenos de labor.
Al final, no sólo la gente de Cuaxomulco, sino también de los municipios circunvecinos, salieron de sus casas para disfrutar de las primeras gotas de lluvia de la temporada, aunque el clima caluroso perduró.