Diversos elementos contenidos en la torre campanario barroca de la parroquia de Nuestra Señora Santa Ana, en Chiautempan, han sido revelados a más de 300 años de su construcción.
Cada uno de sus detalles está basado en creencias prehispánicas, combinadas con el cristianismo tras la conquista española, lo que la hacen única en su tipo en Tlaxcala y en todo México.
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El sacerdote Ranulfo Rojas Bretón, actual párroco de Chiautempan y especialista en la lectura de códices, sumado a sus conocimientos teológicos y filosóficos, elaboró un estudio de la estructura de la torre del siglo XVIII que convoca a la reflexión para darle el merecido valor a la trascendencia del territorio santanero en el periodo de la evangelización.
Estamos contemplando aquí, en la parroquia de Nuestra Señora Santa Ana, la concepción prehispánica del cielo y su conexión con la tierra,expresó el religioso.
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En entrevista con El Sol de Tlaxcala para mostrar la rehabilitación de la torre a nueve meses de su llegada a Chiautempan, reveló su sorpresa al observar cada elemento “perdido en la historia”.
Y es que –en su punto de vista- a simple vista la torre de la parroquia chiautempense pudiera ser una más del estilo barroco churrigueresco, similar a la existente en la basílica de Ocotlán o en otros templos tlaxcaltecas.
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Sin embargo, de cerca se notan figuras prehispánicas que ninguna otra iglesia conserva, lo que la hacen única.
ÁRBOL DE LA VIDA
El primer elemento que se observa en cada una de las columnas es el árbol de la vida, cosmovisión prehispánica del origen divino de la vida a través de seres intermedios conocidos como fieras.
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En la cultura antigua esos seres intermedios son representados mediante una fiera con la boca abierta, a través de la cual sale lo divino.
Todas las culturas han querido saber de dónde venimos y quién nos dio el origen… en este caso la creencia es que esas fieras conectan con lo divino y están ubicadas en cada columna de la torre, asumiendo un papel como intermediarios entre Dios y los hombres.
FLOR DE CUATRO PÉTALOS
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Otro elemento importante contenido en la torre barroca de Chiautempan es la Flor de los Cuatro Pétalos.
En el árbol de la vida son diversas las flores contenidas, pero las de cuatro pétalos, llamadas “Nahui Ollin” en el mundo prehispánico, es la representación del verdadero Dios. De hecho, la imagen de la Virgen de Guadalupe tiene la misma flor en su vientre.
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La Flor de Cuatro Pétalos también es representativa en la cultura europea, como la flor de los cuatro vientos, que ubica la presencia de Dios en el tiempo y en el espacio.
PIEDRAS PREHISPÁNICAS
Un elemento más que hace única a la torre de la parroquia de Chiautempan son las cuatro piedras antiguas, muy probablemente de algún “teocalli”, en los cuatro puntos cardinales.
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El sacerdote Ranulfo Rojas precisó que es importante no olvidar que en Santa Ana fue erigido el templo en honor a la diosa Toci, considerada la abuela de los dioses, para después trasladar esa imagen a la de Señora Santa Ana, la abuela de Jesús.
Las piedras en las culturas antiguas representan una memoria, a ello se refiere Josué cuando al cruzar el río Jordán pide colocar 12 piedras, para que las generaciones venideras no olvidaran de dónde venían y hacia dónde se dirigían… en este caso, cada que veamos esas piedras en la torre debemos recordar qué fuimos como pueblo antes de ser evangelizados y que tenemos una raíz.
MACEHUALES
En las culturas prehispánicas –explica el presbítero- otros seres intermedios parecieran ser ángeles por contar con alas, pero no lo son, más bien se refieren a “macehuales” o cargadores de lo divino.
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La mejor referencia es la imagen de la Virgen de Guadalupe, códice más conocido por los religiosos y no religiosos, donde cargándola se nota la imagen de alguien adulto pero que no es un ángel, es un “macehual” o costalero, cuya función es cargar en sus espaldas a la divinidad.
Esto significa que al estar distribuidos tres en cada cara de la torre, simulan cargar a lo divino, para simbolizar algo divino.
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Esa misma referencia puede ser entendida en nuestros días como la razón por la que se cargan en hombros las imágenes religiosas, al representar lo divino.
FLOR DE LIS Y CORDÓN FRANCISCANO
La Flor de Lis representa la resurrección y la pureza, lo que da muestra de que en el templo religioso de Chiautempan se encuentra el Dios que ha resucitado.
En tanto, a lo largo de toda la torre corre un cordón franciscano que recuerda que este lugar fue evangelizado por franciscanos.
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Si bien la parroquia de Santa Ana inició su construcción en el siglo XVII, frente a ella se encuentra el convento franciscano que data del siglo XVI, erigida por el Beato Juan de Palafox y Mendoza, antiguo obispo de Tlaxcala. No obstante, en el proceso de secularización se pasó la administración de los conventos a las parroquias, pero “no hay duda de que toda esta zona fue evangelizada por los franciscanos”.
A ese aprendizaje se suma que todas las órdenes religiosas hacen votos solemnes de pobreza, castidad y obediencia, pero San Francisco hizo un cuarto: la humildad.
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Es por ello que a lo largo del cordón aparecen cuatro bolitas, signos de presencia que evangelizaron estas tierras.
ESTRUCTURA TRINITARIA
En todas las culturas y hasta en la ciencia el número tres es perfección y como ejemplos el tiempo se mide en pasado, presente, futuro; el cuerpo tiene como formas el líquido, sólido y gaseoso; en la ciencia existe el estado teológico, metafísico y positivo y en los niveles mentales se encuentran el consciente, inconsciente y subconsciente.
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Llevado lo anterior a las culturas religiosas, la torre barroca de Chiautempan tiene una estructura trinitaria de construcción en tres niveles, para conectar a la tierra con lo divino, mediante los cargadores (“macehuales”) y los seres intermedios (bestias).
El sacerdote Ranulfo Rojas consideró importante entender que la estructura barroca “nos hace ver su importancia como códice que hay que saber leer para entender lo que nos quieren decir nuestros antepasados”.
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- 9 meses han pasado desde que llegó Ranulfo Rojas a la parroquia de Sana Ana
- 3 niveles tiene la torre barroca de Chiautempan para conectar a la tierra con lo divino, mediante los cargadores (“macehuales”) y los seres intermedios (bestias).
300 años tiene de haber sido edificada la parroquia de Nuestra Señora Santa Ana
Las campanas de la torre barroca de Chiautempan están fechadas en 1877 y 1908.
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