En Tepeyahualco, municipio de Tlaxco, lo que antes eran 70 hectáreas de espejo de agua, hoy solo forman parte de una fosa extensa de toneladas de tierra amontonadas y agrietadas por las altas temperaturas.
En este lugar, los hombres, quienes en 1973 vieron construir la presa Cárdenas, no dan crédito de lo que pasa.
Don Ernesto N., uno de los productores del lugar, rememoró que “antes sacábamos carpas para comer, era seguido y el ganado bebía agua de ahí, pero ahora no hay nada”.
Consideró que los incendios forestales y la inexistencia de trabajos de reforestación en zonas altas cerca de las presas, ocasionó que se sacaran.
“Dejó de llover con ganas desde hace cinco años y lo poco que se junta se filtra por la presa pues está agrietada”, afirmó.
Y es que en Tlaxcala, al desaparecer más de cinco millones de metros cúbicos de agua en nueve presas de Tlaxcala, la biodiversidad está cambiando.
Una variedad de peces, renacuajos, reptiles, plantas acuáticas y terrestres murieron en municipios del norte y poniente de Tlaxcala y otros están por desaparecer.
De hecho, al quedar vacíos los cuerpos de agua, no se sabe con exactitud cuál es la dimensión de la muerte de estos seres vivos.
ANTIGÜEDAD
- La presa Cárdenas, ubicada en Tepeyahualco, municipio de Tlaxco, fue construida en 1973.
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