El gobierno de Papalotla, a pesar de no tener acuerdos con el grupo inconforme a su gestión, reinició actividades el jueves pasado luego de que el martes anterior simbólicamente fue clausurada la alcaldía por el grupo disidente.
El bloque encabezado por Alberto Amaro cuestionó el índice delictivo que impera en esta comuna.
Por parte del lado oficial, refieren que existe presión del exlegislador local y federal para imponer condiciones.
Se han hecho algunos cambios y tomado medidas de acuerdo a lo que pide, como el cese del director de seguridad pública, pero insiste en hostigar este gobierno, mencionó uno de los trabajadores, quien sostuvo que el alcalde Jesús Herrera Rojas decidió mantener cerrada la alcaldía para evitar alguna confrontación, pero el jueves abrió ante la necesidad de ofrecer servicios a la ciudadanía.
EL DESCONTENTO
Mencionó que Alberto Amaro ha acudido a reuniones convocadas por la Secretaría de Gobierno, pero el problema es que quiere imponer condiciones.
Ante esta situación, el alcalde no está dispuesto a ceder, por lo que declaró que no cederá a chantajes. “Insisten en otras cuestiones, Amaro es saco roto, costal sin fondo, lo malo de él es que está convocando a gente que pertenece a otros municipios, según va a hacer una organización, no tenemos en claro cuál es su fin”.
- Papalotla se ubica en los límites con Puebla y prevalecen diferencias entre gobierno y grupos opositores
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