Una de las mujeres más queridas en Zacatelco es la docente jubilada Flora Díaz Castro, quien a sus 84 años de edad se mantiene lúcida y feliz porque miles de personas la recuerdan, y cuando sale a la calle le brindan un sincero saludo.
Fue a los 17 años de edad cuando se inició en la docencia, y durante 57 años fungió como directora del jardín de niños “Federico Froebel, de Zacatelco.
Justamente al cumplir seis décadas como maestra se jubiló de la labor educativa, pero al paso de los años, en muchas noches sueña que está en la institución educativa cumpliendo el proceso formativo de sus niños.
Recuerdo todo con mucho gusto, nunca tuve conflictos, mi carácter me ayudó
Con motivo del Dia Internacional de la Mujer, en su casa, acompañada por sus hijos Leopoldo y América Patricia, "Florita", como es conocida en su natal Zacatelco, recordó muchas vivencias como mentora, entre ellas cuando recibió un automóvil último modelo por parte del gobernador José Antonio Álvarez Lima al cumplir 50 años como docente.
Me emociona tanto por esos momentos en los que me han reconocido, son muchas alegrías y sorpresas que hasta diabetes me dio, sostuvo.
Señaló que “el jardín de niños fue mi casa, sueño a la escuela que estaba atrás del Curato, la nueva que dejé construida no la sueño”.
"Florita", rememoró que cuando se retiró lloró mucho,
en esos días no podía hablar, veo ahora el periódico y me acuerdo de esos momentos.
Mencionó que sus inicios en el preescolar, que estaba a un lado de la escuela primaria “Ignacio Zaragoza”, en el centro de Zacatelco, teníamos muchas carencias, estaba anexo el jardín a la primaria, nos daban un salón, era un relajo porque los baños los tenían que usar pequeños y grandes, el recreo era a diferente hora, no estábamos bien.
Añadió que ante esa situación, David Tlatempa, del comité de padres de familia, la apoyó y
luchamos para que la primaria nos diera la mitad del terreno, después se hicieron más salones y baños; fui a Tlaxcala a ver a los militares para que me ayudaran y sí me los enviaron a tumbar un zaguán viejo, no había cooperación de los padres como ahora. Recuerdo cuando vinieron los soldados teníamos que darles de comer, la maestra 'Chofi' preparaba la comida, pero al irse la luz se fue al metate.
Al preguntarle cómo se siente de su labor docente, respondió que
estoy muy tranquila, fui muy feliz en mi escuela, fue en 2008, hace 11 años cuando los padres vieron que me jubilé y lloraba como si ya me fuera a morir.
Agradecida con la vida, refirió que
Dios me ha dado permiso de vivir más, tengo 86 años de edad, qué gusto me da cuando voy a una parte y me conocen, voy al mercado y me conocen, eso me alimenta, me da gusto, me siento bien.
"Florita" dijo que se siente orgullosa porque muchos de sus niños llegaron a ser profesionistas,
me siento tan contenta; un día llegó el Día del Maestro y estaba acá en la casa, oí que algo cayó, salí y eran unas palabras tan bonitas que dejaron en una tarjeta, fue un alumno que me felicitó, lo dejó y se fue.
Recordó que en las aulas del “Federico Froebel” crecieron quienes después se convirtieron en alcaldes, diputados, servidores públicos o profesionistas y que forman parte de las 60 generaciones que formó, entre ellos Blas Domínguez, un reconocido cirujano plástico.
Tengo muchas constancias de reconocimiento, cuando cumplí 50 años me hicieron una gran fiesta en el palacio municipal, en el gobierno de Alfonso Hernández Romero (qepd), los niños estaban con una rosa en cada escalón de la presidencia, las maestras en salón de cabildos y los mariachis los puso Toribio Moreno
, subrayó.
Soy sencilla, siempre me porté bien con las compañeras
La pérdida de valores y conflictos entre docentes afectan actualmente el equilibrio escolar y social
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