Aretes de bambú, pulseras de bisutería e hilo son parte de los artículos que comercializa Patricia Vázquez Cartas para concretar su sueño: comprar una silla de ruedas con canastilla que le permita seguir su micro negocio.
Con 54 años de edad, la mujer sufre de parálisis cerebral desde su nacimiento, trastorno congénito del movimiento que le impide caminar, pero explota su creatividad con sus manos para realizar hermosas piezas para el adorno femenino.
“Paty”, como la conocen sus vecinos de la colonia Esmeralda, en la comunidad de San Miguel Contla, municipio de Santa Cruz Tlaxcala, recorre las calles en su silla de ruedas impulsada por Saraí Gea Ordaz, pareja de su padre.
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Aretes desde 20 pesos y pulseras en 40 pesos aparecen en su modesto exhibidor hecho de unicel pintado de amarillo, a la espera de compradores.
Ahí, postrada en su desgastada silla de ruedas, contó que los frenos no sirven y algunas partes del asiento y respaldo tienen daños, por ello, su anhelo es tener una nueva ayuda técnica para sus desplazamientos.
Aunque con sus ventas diarias se ayuda para solventar algunas necesidades, también presume: “y un gustito”, como fabricar ropa para su muñeco.
Su padre José Raúl Vázquez Luna, de 78 años de edad, quien autorizó la plática entre El Sol de Tlaxcala y su hija, es pensionado y el dinero no le alcanza para concretar el sueño de su hija.
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De esta manera, “Paty” solicitó a bienhechores a que colaboren con ella, para poder seguir su emprendimiento en las manualidades, y remató: “le pueden hablar a papá” (número 241-195-39-87).
- Patricia Vázquez Cartas asiste a terapias al parque “Kokonetzi”, y lo que más le agrada es ir a platicar con sus doctores.
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