Enclavada en medio de cerros, la población de San Ambrosio Texantla, Panotla, históricamente ha enfrentado un desafío único y significativo: adaptarse a una vida con la carencia total de un sistema de drenaje sanitario.
El problema es la ubicación geográfica de la comunidad, pues está situada a dos mil 362 metros de altura sobre el nivel del mar, lo cual ha dificultado históricamente la implementación de esa infraestructura esencial.
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Los 978 habitantes que conforman la población de San Ambrosio Texantla han aprendido a adaptarse a la vida sin un sistema de drenaje moderno y dependen en gran medida de soluciones alternativas como fosas sépticas y letrinas, métodos que, si bien son funcionales, no proporcionan la misma eficiencia ni salubridad que un sistema de drenaje adecuado.
El terreno montañoso y las variaciones en la altitud han presentado retos técnicos significativos para la construcción de una red de alcantarillado que no han podido vencer las autoridades municipales o de comunidad.
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Las pendientes pronunciadas y el riesgo de deslizamientos de tierra son factores que complican aún más cualquier intento de instalar tuberías, además, los costos de construcción y mantenimiento limitan a la comunidad que cuenta con pocos recursos asignados.
A pesar de aquellos desafíos, los pobladores han demostrado una notable resiliencia, pues cada familia ha trabajado para mantener su entorno limpio y minimizar los riesgos sanitarios asociados con la falta de drenaje
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Este Diario platicó con la gente y comentaron que es urgente una solución sostenible y eficiente, especialmente por su contexto de crecimiento poblacional y cambios climáticos que exacerban los problemas de manejo de aguas residuales.
El presidente de comunidad, Ángel Popócatl Amador, comentó que ha buscado apoyo y financiamiento a nivel estatal y federal para combatir ese problema, pero a la fecha no ha concretado un proyecto viable que logre superar las barreras geográficas y técnicas que presenta la región.
Dijo que la implementación de sistemas de drenaje alternativos y ecológicos fue la primera opción explorada, pues para instalar una red sanitaria tendría que solicitar a los vecinos y autoridades de Quiahuixtlán, municipio de Totolac, su anuencia para conectar la red y es un asunto complicado.
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Agregó que la situación de Texantla es un recordatorio de cómo la geografía puede influir significativamente en el desarrollo de infraestructuras básicas, por ello, consideró necesario asentar las bases para lograr una futura inversión económica que den paso a las soluciones tecnológicas y ecológicas.
Destacó la capacidad “admirable” de sus ciudadanos para adaptarse y enfrentar las dificultades con ingenio y determinación, mientras no se materializan las mejoras en su calidad de vida.