El presidente municipal de Totolac, Giovanni Pérez Briones, anunció que en dos años será abierta la zona arqueológica de Tepectipac para que el público la visite, lo cual será un detonante para la economía local.
Aseguró que el titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Vicente de la Rosa Herrera, informó que el proyecto de descubrimiento de la zona avanza favorablemente, por lo que será en ese lapso de tiempo cuando sea abierta.
“Nos informaron que en dos años estará abierta la zona arqueológica para el público en general y en cuatro años será totalmente remodelada, por lo que estamos trabajando para que en ese tiempo se le dé una nueva imagen a la comunidad”, estableció.
Para ello, refirió que gestiona en el estado y la federación recursos para el mejoramiento de la imagen urbana, mediante los cuales podrá modernizar las fachadas de los domicilios ubicados en la calle principal de la localidad y todas aquellas que colindan con las vías de comunicación que conducen a la zona.
“También estamos elaborando proyectos que permitan el fortalecimiento, por ejemplo, en Tepectipac queremos que se instale una plaza cívica y mejorar los entornos de la misma, con lo cual se generaría una derrame económica favorable para los vecinos de ese lugar”, aseveró.
De igual manera, el también presidente de los alcaldes perredistas en la entidad, puntualizó que la zona arqueológica, es una de las más importantes del estado, por lo que seguramente atraerá turismo y el municipio buscará recibirlo de la mejor forma, para proyectar el nombre de Totolac a nivel nacional e internacional.
Mientras que la página oficial del INAH, señala que el área protegida abarca 98 hectáreas que se divide en cinco sectores y fue la más importante urbe tlaxcalteca que prosperó en lo alto de los cerros Cuauhtzi, El Fuerte y Tlaxistlan.
También, señala que es considerado el primero y más venerado de los altepemeh (unidades territoriales) que formaban la confederación de Tlaxcallan a la llegada de los españoles.
EN LA ZONA
- Existen muros de protección que pudieron tener más de 5 metros de alto; además de pequeños templos como el edificio 2 del sector La Palma y plazas, cuya extensión promedio es de 40 metros de ancho por 120 de largo.
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