La mayoría de población que perforó un pozo domiciliario en Sanctórum, utiliza agua contaminada por el vertedero de material orgánico del panteón municipal que dejó de funcionar hace dos años y que al paso del tiempo diluyó contaminantes en el suelo y en los mantos acuíferos.
Al respecto el alcalde Enrique Rosete Sánchez admitió que la gente perforó los mencionados pozos para que operaran a manera de cisterna, pues recibía el servicio dos veces por cada 30 días.
“A pesar de que la gente sabe de la contaminación de los mantos acuíferos siguen usando el agua para su quehacer doméstico, aunque ya no la toman porque se les informó de los riesgos y ahora prefieren comprar el garrafón”, señaló.
Sin embargo, el munícipe adelantó que intentará hacer conciencia entre la población para que tape los pozos domiciliarios perforados, pues ofrecerá el servicio periódico, toda vez la mayoría del recurso del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) lo invirtió en el proyecto para el suministro de agua potable.
“La ciudadanía decidió perforar un pozo, porque anteriormente solamente recibían el servicio de agua potable, una o dos veces por cada mes y eso les resultaba insuficiente”, aceptó.
Dijo que aquellas personas que no encontraron agua, los revocaron con cemento para que funcionaran como cisternas, pero al paso del tiempo, se fisuraron y permitieron la filtración de agua contaminada con residuos del panteón municipal, lo que provocó enfermedades estomacales.
Por ello, insistió que del FISM invirtió tres millones 450 mil pesos y a la fecha realizan el depósito elevado, para que la población de Sanctorum goce de aquel servicio de primera necesidad.
Eso sí, adelantó que habrá un aumento sustancial en el cobro, pues anteriormente la gente pagaba 450 pesos y en la nueva Ley de Ingresos fue aprobado un incremento de 250 pesos, es decir, el costo será de 700 pesos mensuales.
Continúa leyendo: