Con el repique de campanas en punto de las 15:00 horas del uno de noviembre, habitantes de Ixtacuixtla darán la bienvenida a sus familiares fallecidos, además de que esa misma noche velarán, por sexto año consecutivo, a sus muertos en el panteón de “El Silencio”, ubicado en la cabecera municipal.
Y es que desde hace seis años, los habitantes de la comuna tomaron como propia la tradición de velar en el camposanto las tumbas de sus familiares, eso que hasta hace algunos años solo se realizaba en la comunidad de San Isidro Buen Suceso, de San Pablo del Monte.
En este festejo los habitantes regalan tamales y atole a quienes se dan cita desde las 20:00 horas en el panteón como muestra de solidaridad y para mitigar el frío propio de la temporada.
Además, al lugar asisten tríos y mariachi quienes, por cierta cantidad complacen a los familiares con alguna melodía que era afín a su difunto.
Por otro lado, esta celebración comienza desde al 28 de octubre, cuando los habitantes reciben a las almas de las personas víctimas de algún accidente con la puerta abierta de las viviendas, donde con el sahumerio guían el camino de sus seres queridos hasta la ofrenda.
Esta festividad termina el día dos de noviembre también a las 15:00 horas, momento en el que las campanas dejan de sonar.
EL DATO
El panteón de Ixtacuixtla data del 30 de mayo de 1973.