La vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, representada por 120 personajes bíblicos en la 37 edición, sirvió para unir al pueblo de El Carmen Tequexquitla. Familias de diferentes barrios se congregaron en la cabecera municipal para admirar el trabajo de los personajes.
Este lugar, situado al oriente de Tlaxcala, tiene arraigada esta celebración que les inculcó el extinto sacerdote José Rojas Valadez. Y como en pocos lugares, la población participa de distintas formas; decoran el frente de sus casas con ramas de ocote, palmas y pendones de tela de color morado y blanco. Casi todas las calles fueron adornadas para el paso de la procesión.
Tequexquitla es un pueblo migrante, -hombres y mujeres trabajan en la Ciudad de México- pero este día regresaron a sus hogares. Y aunque no hubo Ley seca, la gente se comportó a la altura del evento religioso.
La dirección de Seguridad Pública y Vialidad y la coordinación municipal de Protección Civil, impusieron un operativo discreto.
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La alcaldesa de Tequexquitla, María Araceli Martínez Cortés, informó por la tarde que gracias al operativo de seguridad tuvieron saldo blanco por segundo año consecutivo.
PERIODISTA CARGA PESADA CRUZ
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Héctor Camacho, periodista de profesión, cargó -durante tres horas y media- una cruz de pino de 140 kilogramos de peso. Lo hizo para cumplir una promesa que su hermano no logró.
El también campesino que se preparó cargando quiotes de maguey con espinas durante dos meses, causó admiración y respeto al soportar los azotes.
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La gente lo siguió durante la procesión, en algunas calles era imposible pasar de un lugar para otro.
El sofocante calor que sintió en el desértico municipio, no impidió la masiva participación de la gente.