Ante la suspensión del carnaval en el estado, el ayuntamiento capitalino mediante la Dirección de Cultura municipal efectuó la sexta edición del festival “El Baile de la J, la madre del cordero”, en la modalidad virtual.
Las fiestas carnestolendas son una de las celebraciones más arraigadas en la entidad, por ello no fue suspendido el evento que ha sido realizado desde hace seis años en la capital, pero para evitar la aglomeración de personas fue en línea.
Por lo tanto, mediante cualquier dispositivo móvil con conexión a internet, la noche del martes se pudo disfrutar de la danza caracterizada por la gama de colores, estilos ya atuendos que imprimió cada una de las camadas al ejecutar la coreografía.
Así, los organizadores coordinados con el Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Tradicional Mexicana A. C., reunieron tres presentaciones a cargo de representantes de la camada Tepoxtla, originaria de San Juan Totolac, el segundo baile fue realizado por danzantes del grupo Primera, oriunda de San Francisco Tepeyanco y la tercera coreografía fue de la pareja de la camada Metepec Auténtica, nativa de San Diego Metepec, en el municipio de Tlaxcala.
La transmisión del baile de la J fue en el Facebook de la Dirección de Cultura del municipio de Tlaxcala, donde la audiencia se dio cita para disfrutar de la pieza que es una de las más esperadas por los danzantes y el público que disfruta de esta tradición, aseveró el conductor del evento.
Además, el evento contó con la presencia de tres panelistas expertos, quienes compartieron sus conocimientos respecto a esta danza.
Los panelistas fueron Nazario Sánchez Mastranzo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Tlaxcala; Juan Carlos Ramos Mora, antropólogo y jefe del Departamento de difusión del patrimonio documental del Museo de la Memoria Tlaxcala y Alberto García Domínguez, catedrático del ballet folklórico de la Universidad Veracruzana.
- El evento virtual del baile de la J fue realizado para fortalecer la identidad tradicional de cada comunidad, preservar su didáctica émica y contribuir en la conservación de los paradigmas.
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