“A nuestra reina la Virgen de Ocotlán le tenemos gran devoción, hace 70 años nos visitaba desde la Basílica en su honor, pero un día los sacerdotes nos la dejaron para siempre en el templo de San Sebastián”, expresó Miguel Serrano Flores, vecino de Atlahapa, municipio de Tlaxcala.
Desde hace siete décadas, cada tercer viernes del mes de abril, la población de la localidad perteneciente al municipio de Tlaxcala da muestra de su veneración por la imagen de la Virgen Ocotlán, a la que le rinden culto.
Un día no es suficiente para visitar mil 500 hogares de la demarcación, por ello los fiscales de la iglesia acordaron que fuera un día más, en esta ocasión la procesión salió del templo católico a las 08:00 horas del jueves y regresó minutos antes de este sábado 27 de abril.
El objetivo fue recorrer los hogares que le abrieron las puertas en los barrios de Chimalpa y La Laguna, cuyo objetivo se logró, de acuerdo con las autoridades religiosas de Atlahapa.
Para la festividad imprimieron mil estampas con la imagen y oración de la Virgen que distribuyó sólo en el barrio de Chimalpa. “Es la procesión más larga, de mucho desgaste físico, las mil imágenes se agotaron y falta el barrio de La Laguna, la gente la espera con mucha devoción de día o de noche se arrodilla a su paso”, explicó Serrano Flores.
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La fe lleva a los habitantes a cumplir con mandas que hacen en agradecimiento por los favores recibidos a lo largo del año. “Cargar durante una jornada a la Virgen es un honor, aunque ya viene mi relevo, le tengo mucha fe”, expresó uno de los cuatro jóvenes durante la procesión.
RECORRIDO DE FE
Vecinos y comerciantes adornaron el frente de sus hogares con flores naturales, serpentinas y globos de color azul cielo y blanco, mientras la virgen María en su advocación de Ocotlán llevó a cabo su recorrido acompañada de una letanía en latín.
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Los anfitriones colocaron a sus Santos frente a la Virgen, luego se persignaron, besaron su manto y le lanzaron pétalos de rosas. El momento es acompañado por la quema de cohetes, música de banda y teponaxtle. Por la tarde, Rodolfo Cabrera, fiscal mayor, esperó a los integrantes de la procesión para ofrecerle alimentos. El recorrido concluyó por la noche del viernes, cuando la imagen regresó a su nicho al lado de San Sebastián.