Como es costumbre cada año, las calles de San Felipe Ixtacuixtla se visten de colores y devoción con la creación de hermosas alfombras de aserrín durante la celebración de la Semana Santa.
Desde las primeras horas del Viernes Santo, decenas de familias se unen para adornar las calles con aserrín de diversos colores, formando imágenes y motivos alusivos a la fecha como una ofrenda a la figura religiosa de Jesús Nazaret. Estas alfombras son el camino que sigue la procesión, acompañada por cientos de fieles, hasta llegar al templo El Calvario, donde se representa la crucifixión.
Este año, el recorrido comenzó en la colonia de San José Buenavista para dirigirse al templo mayor, atravesando diversas colonias como el Centro, Cruz de Piedra, Agua Escondida y El Calvario. La ruta del arte efímero está determinada por las autoridades eclesiásticas, cambiando cada año el punto de partida.
Esta tradición, arraigada en la memoria colectiva, se ha practicado durante varias décadas durante la Semana Santa, siendo el Viernes Santo el día más destacado en el que las calles de la Villa de Mariano Matamoros se engalanan con estas obras efímeras.
“CUERNO” QUE ANUNCIA LA PASIÓN DE CRISTO, TAMBIÉN EL PROTAGONISTA DE ESTA CELEBRACIÓN RELIGIOSA
En esta importante celebración católica, también se destacan los voluntarios del “toxácatl” o cuerno que anuncia la pasión y muerte de Cristo, participando desde el Miércoles de Ceniza hasta el Viernes Santo.
El sonido melancólico producido por el instrumento rompe el silencio y recuerda a los pobladores que es momento de guardar vigilia. Los ejecutantes aseguran que la forma en que se toca este instrumento, hecho de carrizo y cuerno de toro, es clave para evocar sentimientos como el amor, la compasión o la tristeza en quienes lo escuchan.
Actualmente, solo cuatro voluntarios ejercen este oficio en Ixtacuixtla, sin recibir remuneración alguna, movidos únicamente por su devoción a Dios y su deseo de preservar esta importante tradición religiosa.