Luis Donaldo Colosio Murrieta solo estuvo una vez en Tlaxcala como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de México. Con la plana mayor del tricolor, encabezó una reunión masiva en la Plaza de la Constitución y, más tarde, en el desaparecido hotel Misión de Atlihuetzía, presentó ante reporteros los 13 ejes fundamentales para reactivar el campo nacional.
En un acto apoteósico, ante miles de personas, expresó: “Estoy en Tlaxcala, tierra de hombres de campo y de gente trabajadora. Tienen ustedes tierra fértil, pero hace falta invertir para hacer producir al campo”.
Inmediatamente después ofreció que como presidente de México, impulsaría a Tlaxcala y haría competitivo al campo mediante la inyección de recursos económicos para capacitar a los campesinos y aplicar tecnología que permitiría tener mayores niveles de producción.
Tras haber sido designado abanderado del tricolor el domingo 28 de noviembre de 1993, Colosio arribó semanas después a Tlaxcala, entidad considerada entonces el “bastión priista” del país.
Aquí los priistas arrasaban en elecciones. Era entonces, para ellos, la época del “carro completo”. La oposición simplemente no existía.
Precisamente por ello, Colosio afirmó aquí que ganaría las elecciones presidenciales en forma contundente porque “cuento con su apoyo para conducir los destinos del país, de ahí que alcanzaremos un pleno desarrollo en todos los órdenes”.
EN PRIMERA FILA
Ahí, frente a Colosio estaban las principales figuras priistas tlaxcaltecas.
En el mitin aparecieron Federico Barbosa Gutiérrez (+), entonces secretario de Gobierno; Lino Santacruz Morales (+), otrora dirigente de la Federación de Trabajadores de Tlaxcala (FTT-CTM), el hoy líder cetemista Pascual Grande Sánchez y el entonces coordinador del Congreso, Ignacio López Sánchez, mientras que de píe –sin un lugar de privilegio- escuchaban el discurso de Colosio, Héctor Ortriz Ortiz, líder del grupo de poder de la Universidad Autónoma de Tlaxcala; Rolando Romero López, operador financiero de la institución y Álvaro Salazar Lozano, el “gallo” de Beatriz Paredes Rangel para la sucesión en 1992.
En la fotografía se aprecian además, en primeras filas, varios diputados, entre ellos, Gabriela Vázquez Selley, principal opositora de la aprobación de la Ley de “Coalición de Partidos” impulsada en 1998 por el ejecutivo José Antonio Álvarez Lima y que permitió el triunfo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la entidad; la exsenadora Lucía Carrasco Xochipa y Carlos Brito, otrora poderoso delegado del PRI.
EL DESTAPE Y LA REACCIÓN DE ÁLVAREZ LIMA
Tras la concentración masiva, Colosio se reunió en privado con Álvarez Lima a quien agradeció su apoyo abierto para ser el abanderado del tricolor.
Y es que la tarde de ese domingo 28 de noviembre, tan luego se supo que Colosio era “el bueno”, Álvarez Lima suspendió una gira de trabajo por Zacatelco y convocó a la prensa para leer –sin preguntas de por medio- un comunicado en el que sostuvo que Colosio “es un hombre que cuenta con los atributos personales suficientes para enfrentar una elección altamente competitiva, obtener un triunfo legítimo y gobernar con inteligencia y sensatez”.
Ofreció además que apoyaría la candidatura que atraería a la mayoría de las familias y jóvenes del país que no simpatizan con las actitudes demagógicas y la confrontación”.
Dijo también que las condiciones políticas en Tlaxcala se cifran en un clima de libertades y análisis para el desarrollo de las campañas electorales.
Como secretario de Desarrollo Social, Colosio también visitó solo una vez la entidad y, acompañado del Gobernador (hoy senador con licencia de Movimiento Regeneración Nacional y actual director del Canal 11), entregó obras y apoyos en varios municipios de la zona sur de la entidad.
El 23 de marzo de 1994, tras haber sido asesinado en Lomas Taurinas de Tijuana, Cuauhtémoc Cárdenas encabezaba un mitin en la zócalo de Tlaxcala.
El vocero de la campaña, Adolfo Aguilar Zinser (+), subió al estrado y entregó una tarjeta al abanderado del PRD a la presidencia de México.
“Mataron a Colosio, debes suspender el mitin”, decía el documento.
Y en efecto, Cárdenas cortó de tajo su discurso, bajó del templete y abordó un autobús que hizo parada en la gasolinera está ubicada en Panotla donde –ante reporteros- condenó la muerte del priista y de ahí se trasladó a la Ciudad de México.
José Antonio Álvarez Lima, Exgobernador
Es un hombre que cuenta con los atributos suficientes para enfrentar una elección altamente competitiva, obtener un triunfo legítimo y gobernar con inteligencia y sensatez”
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