No es que los tiempos sean distintos, es que el machismo está muy erradicado en algunas zonas de Tlaxcala y del país, señaló Gemma Hernández Morales, egresada de la generación 1974-1978 de la Escuela Normal Urbana Federal Emilio Sánchez Piedras, tras compartir que ella ya no tendría acceso a la educación solo por ser mujer.
La actual responsable de una escuela multigrado en Xaltocan, relató que desde la primaria ya tenía que resignarse a que la vida escolar concluía en ese nivel educativo, pues “en la casa tampoco había muchos recursos”.
Sin embargo, narró que tras concluir sus estudios de primaria y al verla triste, su mamá intervino por ella ante su padre, quien “se decidió a darme el estudio, y a partir de ahí, aunque era campesino, nunca me faltó lo indispensable para el pasaje”.
Aclaró que ella tenía que responder yendo “derechita a estudiar, nada de irse de parranda porque, pues una está condicionada, que, si iba a estudiar nada más a eso, no tenías que fallar”.
Con la alegría de una persona que logró continuar en las aulas, refirió que las mujeres de su generación no padecían su mismo problema, “es como hasta hoy, que todavía hay lugares donde radica mucho el machismo, yo soy originaria de Tetlatlahuca, y a lo largo de mi carrera he observado que los papás no dejan desenvolverse a sus hijas, y estoy hablando de lugares que no están tan alejados”.
Acotó que la participación de la mujer en el rubro empresarial y educativo, entre otros, “ha dado pasos grandes; afortunadamente ahora ya contamos con leyes, donde la participación es importante, y nos toman en cuenta, pero todavía hay que arreglar muchas cosas”.
Explicó que, en la política, “dicen que hay participación de las mujeres, pero al final de cuentas no a todas las dejan desenvolverse como tal, si lo analizamos, es parte de la realidad, pero también la realidad es que ya tenemos mucha ventaja”.
Semanas después de haber acudido a la reunión de su generación en la normal capitalina, recapituló sobre sus decisiones, las cuales la han hecho sentir muy contenta y orgullosa; en primera “porque hice lo que me gusta” y, en segunda, “porque mis hijos, gracias a Dios, ya terminaron su carrera, ya tienen las herramientas para poderse desenvolver”.
Sobre lo que sigue para su vida profesional, indicó que ya tiene en mente su jubilación, “pues psicológicamente te tienes que preparar, como para decir: ‘me voy a retirar’, aunque he visto compañeras muy felices jubiladas y otras que no tanto, sin embargo, uno tiene que estar preparada para todas las etapas”, pero recalcó que aún tiene varios proyectos que quiere realizar.
EL DATO
- Gemma fue una de las egresadas de la licenciatura en Educación Primaria que, al igual que los más de 400 de sus compañeros, obtuvo una plaza al concluir sus estudios. Sus homólogos partieron del estado, ella se quedó, pero su recorrido era una aventura, ya que atravesaba todo el estado, desde Tetlatlahuca hasta Calpulalpan.
He disfrutado mi familia y mi trabajo, lo único que pido es que Diosito me dé más salud y seguir, tengo otros proyectos más adelante
Gemma Hernández / Docente