Cada paso de estos peregrinos provenientes de Chilchotla estado de Puebla, está lleno de fe. Sobre sus marcadas espaldas cargan crucifijos y nichos con imágenes sagradas de 10 y 20 kilogramos de peso.
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Su destino es la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México a quien le llevan ofrendas por la salud recibida durante un año.
A las 14:00 horas de este jueves, cuando el sol se pone más radiante, arriban a Huamantla; todavía faltan dos horas de camino para el descanso.
Algunos se adelantan para tomar alimentos y agua, los veteranos ya resienten la fatiga de caminar durante tres días, pasan a la tienda de letras rojas por una cerveza, para no desmayar.
Ellos, hombres y mujeres salieron de su pueblo natal -enclavado en la zona montañosa que linda con Perote, Veracruz- a las 11:00 horas del pasado martes, su arribo al cerro del Tepeyac es a las seis de la mañana del próximo lunes.
“Visitar a la Virgen del Tepeyac empezó en febrero de 1989, cumplimos 35 años, hacemos ayuno para llegar limpios del corazón al recinto de la Inmaculada Virgen, hay mucho qué agradecer”, expresó Vicente Luna, coordinador de la Peregrinación Chilchotla 2024.
Dijo que se trata de una promesa que hicieron a la Virgen de Guadalupe, caminar durante 300 kilómetros, de tres de la mañana a cuatro de la tarde, “descansamos por la noche y seguimos la ruta de la fe”.
DATO
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De Chilchotla uno de los 217 municipios de Puebla salen peregrinos con destino a La Villita