“Pesa menos arrastrar un lápiz que una pala” fueron las palabras tajantes de Ismael Aguilar Zempoalteca, albañil oficial que hoy celebrará el día de la Santa Cruz, a lado de sus ayudantes y de su patrón.
En México, el tres de mayo representa una celebración especial para los constructores, ya que acostumbran colocar una cruz en cada uno de los edificios recién levantados, esto como costumbre que dejaron los antepasados, quienes se dieron cuenta que los evangelizadores colocaban cruces cuando construían iglesias y conventos.
Según ellos, la intención de poner una cruz al colar un edificio, es para pedir protección a quienes realizan los trabajos y labores de construcción, así como para procurar el digno sustento de las familias que habitarán y de los trabajadores implicados.
De ahí, el originario de Los Reyes Quiahuixtlán y radicado en San Francisco Tlacuilohcan, Yauhquemehcan, concedió una entrevista a El Sol de Tlaxcala, para contar algunas dificultades que enfrentan diariamente los maestros de la cuchara grande.
Isma o “Japonecito” como le apodan sus amigos y compañeros de trabajo, precisó que a sus 35 años de edad, es padre de dos hijos, uno de ocho y una bebé de apenas siete meses, quienes son su inspiración para trabajar en pleno rayo de sol o para agarrar la cal con sus manos desprotegidas, mientras revoca.
De entrada, lamentó que la sociedad sea tan superficial y discrimine a quienes por su oficio tienen que andar sucios, como los mismos albañiles o los mecánicos, pues cuando inició, se dio cuenta que la gente lo veía despectivamente una vez que abordaba el transporte público, con ropa revolcada y zapatos llenos de mezcla.
“Al principio le daba mucha importancia, luego lo asimilé y determiné que el problema es la ideología de la gente, no nuestro trabajo digno, porque no hay oficio que sea malo, siempre que sea licito y ahora solo me dedico a echarle ganas para salir adelante, junto con mi familia”, contó.
EL DINERO NO ESTÁ REVOLCADO
Detalló que semanalmente gana entre dos mil a dos mil 500 pesos, dependiendo del trabajo y lugar, lo cual multiplicado por cuatro semanas que trae cada mes, son alrededor de ocho a diez mil pesos los que percibe, “dinero que no llega revolcado”.
Aguilar Zempoalteca, mencionó que logró estudiar hasta la mitad de la preparatoria, pero se dio cuenta que no tenía afección por el estudio y decidió empezar como “chalan” con varios maestros oficiales, lo cual duró tres año, le llamó la atención el oficio, lo aprendió bien y ahora tienen diez años desarrollándolo, siete como oficial.
“Le digo a mi niño que estudie, porque pesa menos arrastrar un lápiz que una pala, pero si también no quisiera ser profesionista lo apoyaría para que aprenda el oficio, pues es muy bonito, se requiere de ingenio, creatividad y talento, pues construir casas desde su cimiento no es cualquier cosa”, subrayó.
Con motivo de este tres de mayo, que se celebra el día de la Santa Cruz o día del albañil, admitió que parará una cruz en su casa, organizará una comilona, con grupo reducido para adoptar la sana distancia, que incluirá a sus ayudantes, amigos y patrón.
Por último, como católico, resaltó el respeto que le tiene al símbolo de la cruz, pues representa al gremio, el cual encomienda su trabajo que demanda fuerza y operatividad en áreas de riesgo y con alto índice de peligrosidad.
De acuerdo con los historiadores, la emperatriz Helena de Constantinopla, se convirtió al cristianismo y viajó hasta Jerusalén para ordenar que se excavara el Monte Calvario, donde fue crucificado Jesús de Nazaret y al cavar, encontraron tres cruces, hecho que sucedido el tres de mayo del año 326.
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