Pide Diócesis de Tlaxcala transformar masculinidad

En Jornada de prevención de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual

Fabiola Vázquez | El Sol de Tlaxcala

  · sábado 31 de julio de 2021

Marco Antonio Padilla Aguilar, presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala, precisó que diversos factores han generado una sociedad deshumanizada que ve a las personas como un objeto / Captura de Pantalla

Desde hace varias décadas, a nivel nacional e internacional Tlaxcala se ha caracterizado por la operación de redes con fines de explotación sexual. Cada 30 de julio se conmemora el Día mundial contra la trata de personas, de ahí que la Diócesis hizo un llamado para la construcción de una masculinidad que cuide la dignidad e integridad de mujeres y niñas.

La Iglesia realizó este viernes la VI Jornada de prevención de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual con la finalidad de sensibilizar y visibilizar este delito que prevalece en la entidad.

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Por ello, la Diócesis de Tlaxcala ha realizado diversas acciones junto al centro Fray Julián Garcés, los comités de pastoral y organizaciones para erradicar este flagelo que afecta a mujeres y niñas, incluso en 2017 fue impulsada una iniciativa para tipificar el delito de trata de personas, pero las autoridades estatales no han atendido de manera contundente esta violación a los derechos humanos.

Aunque la mayoría de los varones se ha mantenido al margen, el evento buscó la reflexión en diversos actores y hacer un llamado urgente para avanzar en la prevención de una masculinidad violenta, explotadora y consumidora para erradicar este flagelo social.

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SOCIEDAD DESHUMANIZADA

En la jornada de prevención, Marco Antonio Padilla Aguilar, presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala, precisó que han realizado un trabajo muy intenso desde la pastoral social, pero diversos factores han generado una sociedad deshumanizada que ve a las personas como un objeto, principalmente al género femenino.

Explicó que la Diócesis y las personas deben tener en cuenta que todos los sectores son responsables en denunciar este problema, de lo contrario serían cómplices de estas injusticias que dañan a la persona y dignidad de las mujeres y niñas.

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