A pesar de que Tlaxcala pasará al color amarillo en el semáforo epidemiológico, el obispo Julio César Salcedo Aquino llamó a la ciudadanía a no relajar las medidas de bioseguridad, pues la Iglesia católica y autoridades civiles “han hecho lo que les corresponde” para contener contagios.
La tarde de este domingo, el jerarca envió su acostumbrado mensaje a la feligresía, desde la parroquia de San Felipe Apóstol, Ixtacuixtla, pues dio posesión al nuevo párroco Abel Vázquez Gutiérrez, en sustitución de César Delgado Delgado, quien fue asignado a la parroquia de San Francisco de Asís, en Papalotla.
Los cambios se dieron luego de que el sacerdote Simón Chamorro Hernández, quien oficiaba misas en el municipio del sur de la entidad, murió el pasado uno de febrero de este año, víctima de Covid-19.
Admitió que las consecuencias de la pandemia han sido muy duras, difíciles, adversas para la Iglesia, la sociedad misma y el mundo entero, pero tenemos que ver siempre las situaciones y los signos de los tiempos con fe, y desde el evangelio”.
Insistió en el fallecimiento de algunos sacerdotes, lo cual ha obligado a adaptarse a las nuevas situaciones, a la nueva realidad y a todas las consecuencias que también como Diócesis han vivido. También reconoció la labor de la academia, la investigación y los gobiernos, quienes “han hecho y estamos haciendo lo que nos corresponde para cuidar la salud, por eso todos debemos poner de nuestra parte”.
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