Para que Tlaxcala se convierta en un estado cuya derrama turística sea verdaderamente significativa, es necesario tomar medidas que abarquen a las instituciones gubernamentales, la Iniciativa Privada y la sociedad, planteó el coordinador de la Asociación de Restaurantes y Bares del Estado (Arbat), Abel Cortés Altamirano, a propósito el Día Mundial del Turismo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, durante 2017 el turismo aportó 8.7 de cada 100 pesos producidos por la economía nacional, además de que este sector utiliza 2.3 millones de puestos de trabajo en el país.
Entrevistado al respecto, Cortés Altamirano puntualizó que el reto no solo está en la construcción de más habitaciones o de más establecimientos de alimentos y bebidas, sino en una nueva visión de negocio por parte de los prestadores de servicios.
Si realmente buscamos potenciar nuestra capacidad turística con el objeto de que se constituya en una palanca de desarrollo que genere la creación de empleos, se deberá verdaderamente convocar a la participación de los grupos sociales y empresariales para darle un mayor impulso a esta industria, apuntó.
Expuso que desde hace años, la Arbat compartió con los diputados integrantes de la Comisión de Turismo del Congreso local comentarios en relación con diversas reformas a la Ley para la Promoción del Turismo en el estado de Tlaxcala, pero no prosperaron. En esta nueva legislatura, buscaron acercamiento, nuevamente nos topamos con desinterés para atender al sector.
El coordinador de la Arbat criticó que aun cuando en teoría el turismo es prioridad para el gobierno estatal, existan altos costos en los pagos para la licencia de funcionamiento para un establecimiento con venta de bebidas alcohólicas, según el Código Financiero del estado, eso sumado a los pagos por uso de suelo, dictamen de protección civil, pago de predial, recolección de desechos sólidos, suministro de agua potable y alcantarillado público.
Luego, opinó que la Secretaría de Turismo debe proteger los esfuerzos de crecimiento y opinar sobre las medidas conducentes para lograr la conservación y aspecto pintoresco de las poblaciones y edificaciones, además de que hace falta mayor trabajo de coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la población.
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