Como una fórmula para combatir el rezago educativo, en 2001 surgieron las plazas comunitarias del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos; sin embargo, hoy son obsoletas. En aquel entonces, los equipos de cómputo y modernas antenas servían para que los jóvenes mayores de 15 años aprendieran a leer y escribir y, con ello, abatir las cifras de analfabetismo. En Tlaxcala, siendo gobernador Alfonso Abraham Sánchez Anaya fueron instaladas 42 plazas comunitarias en los municipios con más población y con más pobreza.
Sin embargo, casi dos décadas después, en la mayoría de las plazas solo sirve un equipo de cómputo de cada 10, en otros casos están abandonadas, reciben la señal de los programas de antenas circulares, pero ya no funcionan; en algunas comunas la autoridad municipal les proporciona el servicio de internet.
ELEFANTES BLANCOS
En Terrenate, Zitlaltepec y El Carmen Tequextitla, coumunidades con mayor rezago y que enlistan el analfabetismo en Tlaxcala, los inmuebles se han convertido en “elefantes blancos”, los opera personal del Instituto Tlaxcalteca para la Educación de los Adultos, pero son contados los alumnos que acuden.
En Cuaxomulco la plaza comunitaria ubicada en el edificio de la presidencia municipal, y que atiende a la población de San José Teacalco, solo sirven dos computadoras.
Ahí, los asesores que apenas perciben dos mil 500 pesos mensuales de sueldo por su trabajo de enseñanza, admitieron que cuesta cumplir con la tarea de alfabetizar cuando no se cuenta con equipo modenro.
Dijeron que tienen un listado de 150 personas que no saben leer, la mayoría adultos de 70 años y que “es más difícil que salgan del rezago pues están enfermos o su vista ya les falla”.
Hasta 2018, el ITEA reveló que en el último lustro unas 10 mil personas acreditaron la primaria y secundaria, en tanto que más de mil 800 educandos aprendieron a leer y escribir.
- De 25 municipios que estaban en situación de rezago educativo en 2018, ahora quedan 14, con cerca de tres mil personas analfabetas.
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