Después de la construcción del “muro antimigrantes”, personal del albergue “La Sagrada Familia” y autoridades municipales, estatales y federales comenzaron mesas de diálogo en busca de soluciones para la atención de la población migrante, sin afectar a los vecinos de la zona.
Desde el pasado ocho de septiembre a la fecha, el “muro antimigrantes” permanece en la privada Álvaro Obregón de la Colonia Ferrocarrilera, en Apizaco, pese a la indignación ciudadana al considerarlo un acto discriminatorio en contra de indocumentados centroamericanos que acuden a “La Sagrada Familia”.
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Los vecinos del lugar argumentaron prácticas ilícitas y antihigiénicas por el paso de los migrantes al refugio, por lo que levantaron la barda el pasado cuatro de septiembre, impidiendo el libre tránsito de ciudadanos e indocumentados.
Al respecto, el director del albergue “La Sagrada Familia”, Sergio Luna, afirmó estar a favor de plantear alternativas de solución, pues el muro dificulta el trabajo del personal que colabora en el albergue, la asistencia de las personas que llevan alimentos e insumos en donación y el acercamiento de los servicios de limpieza; el ingreso ya no es directo.
Consideró que no se trata de suprimir algunos derechos de las personas en beneficio de otros, por eso las mesas de diálogo favorecen la protección y respeto hacia vecinos y migrantes, con la participación de la Comisión Mexicana de Ayuda para Refugiados, organizaciones internacionales, la Secretaría de Gobernación, Gobierno y el ayuntamiento de Apizaco.
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Sergio Luna invitó a construir puentes de diálogo y entendimiento ante la necesidad humana de la población migrante de otros países que dejan sus hogares por una mejor esperanza de vida, por eso en el refugio “La Sagrada Familia” contribuyen con su protección.
Hemos tenido que sortear todas estas dificultades, sin duda colocar una barda, si bien no impide totalmente el servicio hacia las personas, sí pone en mayor riesgo e inseguridad a nuestro equipo de trabajo. Las mesas de diálogo son para construcción de propuestas que beneficien a todos, es el dialogar con las autoridades, relató.
Más adelante, el director del refugio confirmó que de enero a octubre han atendido a cuatro mil 626 migrantes de diversas nacionalidades, como de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Venezuela y en menor medida de familias haitianas. El promedio de atenciones por día es de 15 a 20 personas.
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Tras calificar el flujo migratorio como regular, Sergio Luna opinó que actualmente la población que deja su lugar de origen toma otras rutas para llegar a la frontera norte de México, evitando pasar por Tlaxcala y el centro del país.
El flujo es regular, ni más ni menos. No estamos recibiendo todavía a los grupos numerosos de personas de Venezuela, recordar que este año registra la oleada más importante de personas migrantes en México. El centro del país no es ruta de esta población migrante.
Abundó que el 94 % de migrantes es hombre y el 6 % mujer, tendencia que registran desde años anteriores, pero para el resto del año no descartan el incremento de atenciones en el albergue por las condiciones de los venezolanos.
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Posteriormente, reconoció que las donaciones de la comunidad, familias y grupos parroquiales para las atenciones de los migrantes se han mantenido en este año, comparado con el 2021 y 2020, afectados por los efectos económicos de la pandemia de Covid-19.
- 4, 626 migrantes atendidos en el albergue “La Sagrada Familia”, de enero a octubre de 2022.
- Los vecinos del lugar argumentaron prácticas ilícitas y antihigiénicas por el paso de los migrantes al refugio, por lo que levantaron una barda el cuatro de septiembre, impidiendo el libre tránsito.
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