El desplome del precio de los aceros, ante la oferta que hay en el mercado nacional, reactivó la industria de la construcción en Tlaxcala. Durante la primera semana de mayo, la tonelada de varilla tuvo una caída en el precio de la tonelada de cinco mil 500 pesos, es decir, se vendía en 26 mil pesos y ahora está en 20 mil 500 pesos. Esto representa casi un 25 % menos.
La baja en el precio de la varilla había tenido un aumento permanente desde antes de la pandemia del Covid-19.
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El acero A 36 es considerado como el más común del mundo debido a la facilidad con lo que se puede fabricar. Esto se aprovecha en la manufactura de diferentes productos para la construcción. Inclusive, Fitch Raitings -principal agencia crediticia a nivel global- mantuvo la visión de que los precios mundiales del acero siguieron a la baja hasta 750 pesos por tonelada en 2022 y 535 pesos de 2023 a 2025.
Para la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, la disminución en el precio del acero ha garantizado la generación de empleo de albañiles y sus ayudantes.
De hecho, el que el precio del cemento permanezca sin variantes, es decir, en cuatro mil 100 pesos la tonelada es otra de las causales por las cuales hay más trabajo.
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“EL ROJO” Y SU CUADRILLA “LOS PICOSOS”
El contratista apizaquense, Alejandro Ordóñez Mata, lleva 30 años como colador de lozas en la construcción de vivienda.
El Rojo y su cuadrilla de coladores “los Picosos” se han hecho famosos por su trabajo en las alturas; el Rojo tiene 58 años, pero no se achica frente a la juventud.
Cuando nos va bien, se les paga a 300 pesos por colado, pero cuando no, todos iguales, ahora fue de 270 pesos, explicó.
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Comentó que desde mayo no descansan y hay días que hasta dos contratos tenemos, ahora que se ocupa dinero para que los nietos vayan a la escuela
EL ELEVADOR, UNA NOVEDAD
En la industria de la construcción, mezclar seis toneladas es más fácil que hace 15 años, ahora disponen de un equipo tecnificado y bajo la norma de calidad.
La cuadrilla divide el trabajo para subir la mezcla al primer nivel.
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Son cinco botes llenos de arena y cinco de grava triturada, un saco de cemento y dos botes de agua, la meta es de un metro cuadrado de losa.
Con el uso de la revolvedora, el trabajo se reduce a tres horas. Así, cada 45 segundos debe estar listo un bulto de cemento y con el apoyo de un elevador eléctrico, cuatro integrantes de la cuadrilla distribuyen la mezcla, en el área cimbrada con madera.
COHETES, LA TRADICIÓN
En el colado de la techumbre de 130 metros cuadrados en la casa, propiedad de Rox Alvarado, se escucha el sonido de los cohetones de arranque.
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Esto forma parte de la tradición una vez concluida la obra en Santa Anita Huiloac, municipio de Apizaco.
La cruz de madera y los cohetes son tradición entre quienes nos dedicamos a la obra pública, expresó Vicente Canales, responsable de la obra.
La madrina ofrece alimentos y bebidas a la cuadrilla de once trabajadores; a los visitantes les dan cacahuates y dulces al tiempo que es colocada una cruz de madera entre las varillas de la obra.
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En la industria de la construcción, mezclar seis toneladas es más fácil que hace 15 años, ahora disponen de un equipo tecnificado y bajo la norma de calidad.