“Tenemos muchas ganas de trabajar la tierra, pero no dinero, sembrar una hectárea de papa cuesta 80 mil pesos”, aseguró Francisco Losada, productor de Emiliano Zapata.
Dijo que la falta de apoyos institucionales y el alto costo de los insumos como fertilizante, fungicidas y semilla, son las causas principales por las cuales los campesinos dejaron de sembrar el tubérculo en municipios del norte de Tlaxcala.
Expuso que tan solo de semilla invierten 45 mil pesos por hectárea toda vez que se requieren tres toneladas y cada una está en 15 mil pesos “solo pueden sembrar los que tienen capital, pero viene el riesgo de perder la cosecha cuando no alcanza precio, ni a peso se la llevan, mejor se queda enterrada”.
Florentino Guzmán, productor de Terrenate, manifestó que el ciclo pasado, alcanzaron un precio de entre cinco y ocho mil pesos la tonelada después de que estuvo castigado durante tres temporales.
Mencionó que no reciben apoyos de los gobiernos federal ni estatal y “cuando rentamos la tierra nos quedamos sin subsidios y sin programas, mientras que los ejidatarios reciben todo lo que da el gobierno”.
Refirió que tan solo en San José, municipio de Terrenate, de las 300 hectáreas dedicadas a actividades agrícolas, solo 50 fueron destinada a la papa, “el campo está tirado, por no decir en el abandono, Fomento Agropecuario nos regala tres bultos de fertilizante como lombricomposta a cambio del Proagro, pero no sirve para esta tierra”.
Señaló que la misma situación se vive en ejidos y pequeña propiedad de Terrenate, Emiliano Zapata y Tlaxco.