Especies halladas desde 1989 integran la colección biológica que resguarda la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), la cual es empleada para investigación, hacer pruebas de ADN y tener información del hábitat de animales vertebrados e insectos que registran una disminución alarmante en su población o están en peligro de extinción.

En frascos, gavetas y cajones de madera, los investigadores mantienen en perfectas condiciones a diversas especies de aves migratorias y locales, pero también a serpientes, camaleones, arañas, murciélagos, armadillos y cacomixtles, entre otros individuos oriundos de Tlaxcala.

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Son más de tres mil ejemplares divididos en categorías de reptiles, aves, mamíferos e insectos invertebrados los que resguardan en el Laboratorio de Zoología, del programa académico de Biología de la Facultad de Agrobiología, en el campus Ixtacuixtla.

La colección biológica de la UATx tiene la novedad que, hace unas semanas, integraron la categoría de peces, lo cual ampliará y será un aporte indispensable para la investigación de especies.

¿QUÉ ES UNA COLECCIÓN BIOLÓGICA?

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Es un repositorio de especímenes que funcionan como representantes del patrimonio natural de un país o región y constituyen un archivo biológico e histórico en la preservación de especies y su información asociada que sirve como base para la investigación en taxonomía, sistemática, ecológica, filogenia, biogeográfica, genética de población y de conservación, explicó Sandra García de Jesús, responsable del laboratorio de Zoología de la UATx.

Mencionó que la colección biológica puede ser de dos tipos: enseñanza y científica. La diferencia entre ambas es su objetivo, pero en la UATx cuentan con la científica debido a que tiene el interés particular de conservar ejemplares de distintas especies que fueron recolectados de un área o región, para contar con un acervo histórico del capital natural o del conocimiento de la biodiversidad de algún municipio de la entidad tlaxcalteca, precisó la investigadora.

Explicó que el repositorio está clasificado en grupos de vertebrados, conformada por anfibios y reptiles; mamíferos, aves, insectos catalogados como invertebrados, en está colección los grupos más amplios son los escarabajos y mariposas. Además, recientemente están conformando la categoría de peces con ejemplares donados.

Destacó que la importancia de las colecciones son el ejemplar y su estructura, sumado a los datos asociados a cada individuo, como la fecha de colecta, localidad, municipio, estado, coordenadas geográficas, altitud y vegetación, entre otros datos indispensables

Incluso, aseveró que los ejemplares que componen una colección no son el único valor, pues existen repositorios que no cuentan con animales completos y solo tienen estructuras, esqueletos o regurgitaciones de aves.

CUENTAN CON EJEMPLARES DESDE 1989

Al respecto, Sandra García de Jesús estableció que la colección científica del Laboratorio de Zoología cuenta con especímenes recolectados desde 1989, que fue cuando comenzaron a crearla mediante un proyecto del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), el cual permitió el financiamiento de los cajones y las gavetas que resguardan a los vertebrados.

Aseveró que el repositorio inició oficialmente en 1990, bajo la dirección de Carmen Corona Vargas, maestra en Ciencias, con la colaboración de Hermila Orozco Bolaños y algunos estudiantes del programa de la Licenciatura de Biología.

Precisó que dicha colección fue el primer acervo biológico sistematizado en la facultad y la entidad tlaxcalteca y es producto de diversos proyectos de tesis o financiamientos de instituciones nacionales e internacionales que permitieron la incorporación de otros especímenes de los grupos taxonómicos de aves, mamíferos, anfibios y reptiles.

Aclaró que actualmente ya no recolectan animales de ningún tipo para no contribuir en aminorar su población silvestre, de ahí que es muy importante cuidar el repositorio porque cuenta con información valiosa.

La investigadora recordó que la colección incrementó entre 1990 y 2000, gracias al trabajo de los curadores, quienes fueron los responsables de recibir al ejemplar, tratarlo, etiquetarlo y añadir la información en la base de datos. Lamentó que el repositorio permaneció abandonado por muchos años.

Respecto a cifras, enfatizó que la colección fue donada por el Centro Regional de Estudios de Diagnóstico Fitosanitario ubicado en Huamantla y el curador fue Efraín Hernández, la cual está integrada por mil 521 individuos, 144 familias, 24 géneros y 11 órdenes.

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En los Lepidóptero (mariposas) cuentan con 209 individuos; Díptera (moscos y moscas) posee 259 individuos; Hemiptera (chinches) cuenta con 237 ejemplares; Hymenoptera (abejas y avispas) cuenta con 248 individuos; Coleoptera (escarabajos, catarinas y luciérnagas) cuenta con 500 individuos; Dermaptera (tijerillas) cuenta con 3 individuos; Neuroptera (hormigas león y crisopa) cuenta con dos individuos, Orthoptera (saltamontes, grillos y langostas) cuenta con siete individuos y Ephemeroptera (efímeras) cuenta con un individuo; así como Blattodea (cucarachas) con 55 individuos.

Además, los escarabajos que reúnen representan a mil 174 individuos divididos en tres familias, respecto a las mariposas registran 72 especies, de las cuales 28 son diurnas y 44 son nocturnas.

De mamíferos, integran 621 registros, divididos en ocho órdenes, en los que destacan insectívoros, rodentia (roedores) y quirópteros (murciélagos).

La colección de aves se encuentra distribuida en 12 órdenes, 39 familias, 87 géneros y 306 especies.

En anfibios y reptiles cuentan con 678 ejemplares, divididos en tres órdenes que son Anura (ranas y sapos), Squamata (lagartos, camaleones, iguanas, serpientes y culebrillas) y Caudata (salamandras).

DIFÍCIL CONSERVAR AVES

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Eugenia Minor Caballero, docente de la Licenciatura en Biología y encargada de la colección de aves desde 2017 a la fecha, explicó que preservar las aves es más difícil, pues al estar en seco son susceptibles a las plagas de animales que comen piel seca.

Además, refirió que las especies pasan por un proceso de taxidermia que consiste en una disección para retirar el músculo y órganos, retiran los fluidos y son rellenados para mantener el plumaje, pero conservando su forma natural.

Mencionó que la colección de aves tiene más de 300 especies en la base de datos e integran especies provenientes de Veracruz, Puebla, Hidalgo y principalmente de Tlaxcala. Está integrada por pato mexicano, lechuza, búho real, garzas, zambullidores, colibríes, gorriones y gavilanes, entre otros.

Detalló que tienen registro que desde 1989 cuentan con animales en esta colección, la cual está centrada en preservar las plumas y partes óseas, como pico y patas.

La utilidad de dicha colección es el mantenimiento de la información respecto a la distribución, registro de especies en el área natural, tiempo que fueron colectadas y aportes para estudios genéticos, pues integran una red de colecciones científicas en el país.

DEJARON DE MATAR ANIMALES

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Sobre el particular, Guillermo Pérez Flores, académico de la Licenciatura de Biología en la UATx, recalcó que han dejado de matar o cazar ejemplares para la colección biológica, pues han detectado una severa disminución en las poblaciones de animales en un grado drástico que, en un futuro, las especies solo podrían conocerlas en estos repositorios.

Actualmente, la observación de las aves del tipo acuático, terrestre y rapaces la hacen directamente en el lugar de hábitat o avistamiento ayudados con binoculares, pues muchas especies están en la norma del gobierno mexicano catalogadas como en peligro de extinción.

• 3,000 ejemplares divididos en categorías de reptiles, aves, mamíferos e insectos invertebrados, resguardan en el Laboratorio de Zoología, en la Facultad de Agrobiología, campus Ixtacuixtla.

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AVES

• La sección de aves está integrada por 12 órdenes y 87 géneros, de ahí que integran a más de 300 individuos de Puebla, Hidalgo, Veracruz y Tlaxcala. De acuerdo con los especialistas, en la entidad están registradas 265 especies.

Hasta ocho horas requiere la preparación de un ave, lo que implica sacar órganos y limpiar la piel con sal y harina para rellenar con algodón, reveló la docente Eugenia Minor.

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