Tlaxcala proviene del náhuatl tlaxcallán que significa lugar del pan de maíz o lugar de la tortilla de maíz, su historia ha sido forjada a través de esta semilla que resguarda conocimientos milenarios y gran parte de la historia de la “Cuna de la Nación”.
Pánfilo Hernández, integrante de la asociación civil “Vicente Guerrero”, resaltó que preservar y conservar las semillas criollas, principalmente el maíz, es una tarea que emprendieron hace más de dos décadas con la intención de resguardar el conocimiento de este tipo de cultivos y garantizar la seguridad alimentaria de las próximas generaciones.
El proyecto de desarrollo rural integral “Vicente Guerrero”, se ha dado a la tarea depromover entre los trabajadores del campo la importancia de preservar las semillas de origen criollo, principalmente las razas de maíz por la importancia alimenticia y comercial.
Destacó que actualmente, la mayor parte de la población campesina es en su mayoría de la tercera edad, por lo que refierió que es necesario involucrar a los jóvenes para que preserven estos conocimientos ancestrales.
EL VALOR NUTRIMENTAL DE LOS CRIOLLOS
El sistema producto milpa no solo tiene un impacto agropecuario, sino alimenticio, el valor agregado que se le da a cada uno de los productos contribuye ampliamente a los esquemas de nutrición, las harinas y el pinole son algunos de los derivados más conocidos y las sustancias que contienen permiten la absorción de radicales que dan mayor protección al cuerpo.
El maíz, es utilizado para la elaboración de más de 600 platillos, se pueden encontrar en colores blancos, azules y morados, siendo estos últimos los que mayores beneficios y nutrientes tienen.
IMPORTANCIA DEL MAÍZ CRIOLLO
Tlaxcala cuenta con 16 razas de maíz criollo, es decir, el 20 % de los grupos registrados a nivel nacional, lo que coloca a la entidad como una de las principales promotoras de protección de estas semillas.
Las razas son individuos o poblaciones que comparten características en común, de orden morfológico, ecológico, genético y de historia de cultivo, que permiten ser diferenciadas como grupo, y que al polinizarlas de manera abierta logran una infinidad de variedades de semillas, que por sus características siguen manteniéndose como criollas.
A través de este proceso una raza puede lograr por ciclo de cultivo en promedio de 20 a 30 variedades.
Este proceso de acuerdo con especialistas técnicos que colaboran con el grupo Vicente Guerrero, se ven amenazados por la entrada de semillas mejoradas o hibridas, que al polinizarse con cultivos nativos los afectan genéticamente.
HÍBRIDOS DESPLAZAN SEMILLAS ORIGINARIAS
En la última década, la entrada de cultivos híbridos en las zonas productoras ha deslumbrado a los campesinos, quienes poco a poco abandonan los cultivos criollos, pues los altos rendimientos que generan estas semillas les llaman altamente la atención.
En el caso de los maíces “mejorados” como se les conoce, por hectárea puede obtenerse una producción de 10 a 12 toneladas lo que permite que económicamente puedan conseguir mayores recursos al comercializarlos, sin embargo, el desgaste de los suelos es mayor lo que con los años deja infértiles a los campos, en tanto no se recuperen.
En el caso del maíz criollo por hectárea solo se obtienen un rendimiento de dos a tres toneladas por hectárea, pero el consumo de nutrientes de la tierra es mínimo.
- 80 por ciento de los cultivos en la entidad aún son criollos.
- 40 por cienrto de las semillas en el mercado ya son híbridas.
MUNICIPIOS
Españita, Nanacamilpa, Ixtacuixtla, Ixtenco, Contla, Amaxac, Tzomapntepec, Xaloztoc, Papalotla se han comprometido por preservar este tipo de cultivos.
"Los maíces son más que una tortilla, tienen significados culturales, religiosos, gastronómicos y de cosmovisión", Pánfilo Hernández, Integrante Grupo Vicente Guerrero
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