Preservan el conejo teporingo en Calpulalpan

Este roedor se encuentra dentro de la norma 059 de la Semarnat de especies en peligro de extinción

JESÚS LIMA

  · domingo 9 de septiembre de 2018

Debido a que su horario de actividad es nocturno, pocas veces puede verse al teporingo durante el día. / Cotesía

Desde hace más de cinco años, el ejido de San Bartolomé del Monte, en el municipio de Calpulalpan, se ha dedicado a la preservación y cuidado del conejo teporingo o de los volcanes, especie mexicana incluida dentro de la norma 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) como en peligro de extinción.


Al respecto, el encargado de la Unidad de Manejo de la Vida Silvestre (UMA) de ese lugar, Miguel Ángel Iglesias Gutiérrez, afirmó que estos trabajos para la conservación de la especie son muy importantes debido a que su hábitat cada vez es menor, pues actualmente solo puede encontrarse en la zona del Izta-Popo, Tlaxcala y la Ciudad de México.

Además, señaló que dentro de esta UMA extensiva también preservan y protegen el lugar idóneo para que pueda vivir, así como para que pueda hallar alimento.

“Esta unidad se creó gracias a la Semarnat, pues a través de un proyecto dirigido a éstas, bajamos recursos para delimitar la zona que se iba a proteger”, explicó.

Añadió que aunado a las actividades antes mencionadas, realizan trabajos en el bosque para fomentar la existencia de otras especies, programa que es apoyado por la Comisión Nacional Forestal, donde sembraron nopales para aumentar el alimento del teporingo, además de que colocaron casas a modo de nido para los pájaros.

En entrevista, detalló que actualmente el ejido cuenta con dos UMA registradas ante la Semarnat, una extensiva, que se registró con apoyo del programa de fomento y la otra del mismo nivel pero con recursos propios.

Por otro lado, el delegado de la Semarnat, Ángel Xochitiotzin Hernández, indicó que el ejido también cuenta con autorización de esta dependencia para el aprovechamiento de recursos forestales maderables y no maderables, como es la tierra de monte.

Finalmente, el funcionario federal reconoció el trabajo de los ejidatarios y reiteró el apoyo de esta dependencia para futuros proyectos.

UMA:

Extensiva: Se registró ante la Semarnat el 21 de noviembre 2013, con clave SEMARNAT-UMA-EX-0084-TLAX., con una superficie autorizada de 400 hectáreas para manejo de especies nativas y, en 2013, salió beneficiada con el programa de fomento por 450 mil pesos para cercar 400 hectáreas, construir cuatro refugios de zonas de exclusión, 20 con material de la zona; ocho bebederos para especies silvestres; 10 letreros en el predio; además de la construcción de una caseta de vigilancia y la elaboración del plan de manejo para las especies antes referidas.

(Igual) Intensiva: Quedó registrada el 10 de agosto de 2015, con una superficie de 10 hectáreas y con clave de registro: SEMARNAT-UMA-IN-0095-TLAX., para la especie venado cola blanca texano.

OTRAS ACTIVIDADES

En este ejido también cuentan con la autorización para la crianza del venado cola blanca texano, programa que ya se encuentra avanzado y que ha detonado la actividad económica con la distribución del animal para trofeo, pie de cría o carne.

AUMENTO DE LAS HECTÁREAS PARA CONSERVACIÓN

En próximos meses los ejidatarios buscarán extender el número de hectáreas destinadas a la conservación del teporingo y de otros animales nativos.

SU COMPORTAMIENTO

Debido a que su horario de actividad es nocturno, pues sale de su madriguera en busca de alimento, pocas veces puede verse durante el día, ya que se expondría a los depredadores naturales como coyotes, serpientes y aves rapaces, entre otros.

REPRODUCCIÓN

-Cría durante todo el año, aunque son más activos sexualmente durante el verano.

-Los nidos, que son pequeñas fosas escondidas entre la maleza y recubiertas por piel y trozos de plantas, son construidos de abril a septiembre únicamente.

-El periodo de gestación dura 39 días y pueden tener hasta tres crías por camada.

-Los recién nacidos nacen con pelo, pero con los ojos cerrados y no podrán moverse ni alimentarse por sí mismos hasta pasadas tres semanas, aunque en el nido sólo estarán por espacio de 14 días.