Desde hace más de una década artesanos dedicados a la elaboración de juguetes tradicionales, se niegan a dejar perder una de las actividades que les ha dejado tantas satisfacciones, pues el contribuir a la elaboración de estas herramientas lúdicas que incentivan la creatividad de niñas y niños los motiva a no cerrar sus talleres.
Felipe Ramírez, artesano que lleva 28 años instalado en la Plaza Xicohténcatl de la capital tlaxcalteca, se congratula al ver que existen aún padres de familia que buscan este tipo de juguetes para obsequiar a sus hijos, como una forma de rescate de los juegos que los acompañaron en su infancia y que la tecnología los ha relegado.
Sin embargo, comentó que le entristece ver cómo llegan niños a su puesto y desconocen que es un balero, el trompo, el yoyo, la pirinola y como se juegan, por eso ya no existe tanto interés por adquirirlos.
El artífice señaló que hoy en día no pueden competir con las grandes cadenas comerciales, ni en los precios o atractivo de los juegos, aunque tratan de innovar con colores vistosos, esto no es suficiente para los pequeños del hogar.
El señor Felipe Ramírez refiere que mientras exista alguien que siga buscando sus rompecabezas, carros de madera, cocinas integrales, luchadores, aviones, entre otros atractivos, no declinará en su afán por incentivar su venta.
- Estos juguetes tienen un valor de 40 hasta 250 pesos, costos que están muy por debajo de cualquier implemento electrónico.
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