La propagación in vitro de plantas, como el agave y la orquídea, está encaminada a extender el número de la población de estas especies, toda vez que en el entorno natural su reproducción es lenta y su demanda sobrepasa el número de ejemplares que tienen los productores.
Así lo afirmó Alma Yadira Martínez Rendón, encargada del área de Cultivo de Tejidos Vegetales y académica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ubicado en la exfábrica de San Manuel, en la comunidad de San Miguel Contla, del municipio de Santa Cruz Tlaxcala
Señaló que desde hace un par de años, en el laboratorio se dedican a reproducir in vitro una gran cantidad de plantas de agave y orquídeas, teniendo al momento en el laboratorio más de cinco mil plántulas de orquídea o flor de mayo creciendo, así como más de 250 de agave.
Asimismo, detalló que para llevar a cabo la germinación de la orquídea se debe tener un proceso, el cual consta de desinfección superficial de la semilla, traída por los productores, para retirar todas las bacterias y hongos que pudieran afectar a la planta, para, luego, establecerlas en frascos con un medio nutritivo para crecer y después de 15 días o un mes ya se ha germinado la semilla.
Aseguró que el crecimiento es lento y no se puede modificar, por lo que buscan con esta técnica multiplicar el número de especies y que los productores no tengan que esperarse tanto tiempo.
Por otro lado, mencionó que en el caso del agave los productores se han visto más beneficiados, “ya que a ellos les tarda de tres o cuatro meses en germinar la planta, pero de manera in vitro es de tres a cuatro días, entonces es más rápido por esta técnica que por la tradicional”.
De las plántulas de orquídea poseen decenas de miles porque son pequeñas, pero no se han sacado al suelo por ser muy vulnerables al cambio de clima, aunque la idea es que lleguen a suelo y puedan subsistir fuera de los frascos
Yadira Martínez / UNAM
Añadió que otra de las ventajas de esta práctica es que las plantas crecen sanas y totalmente libres de organismos asociados como hongos o bacterias.
Expresó que después de tener la plántula lista para ser trasplantada, se lleva a un invernadero para que se aclimate y luego pueda regresar al campo con los productores para cuidarlas.
Además, aseguró que debido a que cualquier parte del cuerpo de una planta es capaz de formar una planta completamente nueva, también realizan explantes, para después someterlos a otro tratamiento con reguladores de crecimiento o fitohormonas y éstas hacen que el tejido prolifere y de una sola podamos obtener más plantas completas, lo que se conoce como micropropagación.
Mencionó que esta alternativa también está encaminada a recuperar las variedades o especies que se encuentran dentro de la categoría de riesgo y que tienen problema para crecer en su medio natural.
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