La estudiante tlaxcalteca Alexa Mariana Gutiérrez Alva dedicó dos años al proyecto que regula los niveles de glucosa con el consumo del xoconostle, un fruto prehispánico que ha dejado de ser consumido por la población pese al alto contenido de fibra, vitamina C y antioxidantes.
Junto a tres compañeros de la universidad Iberoamericana, la joven inició el proyecto en 2018 como parte de la materia AC2 y tras varias pruebas e investigaciones descubrieron que la cáscara del xoconostle es la que contiene la mayor cantidad de fibra, pero era utilizada como forraje para los animales o desechada por los productores.
Por lo que emprendieron el trabajo denominado Determinación del efecto de un desayuno con y sin xoconostle en adultos sanos, el cual es un tratamiento de prevención para personas que comienzan a tener alteraciones en sus niveles de glucosa.
En las primeras fases del proyecto, descubrieron que los mexicanos tienen un deficiente consumo de fibra, por lo que decidieron elaborar un producto básico en su dieta: la tortilla.
Así, mediante el proceso de nixtamalización elaboraron tortillas de maíz mezcladas con xoconostle en polvo extraído de la cáscara, cada pieza alcanzó los cinco gramos de fibra, el consumo recomendado en la dieta diaria es de 25 gramos.
En la materia AC3, implementaron a las tortillas la creación de una gama de productos que diera variedad en el consumo de xoconostle, así surgió una salsa a base de xoconostle con cebolla y habanero, así como un chile en polvo, similar al de marcas comerciales, pero sin sodio y conservadores.
Inicialmente podrían a prueba el consumo de xoconostle en pacientes diabéticos, pero a nivel bioquímico el fruto prehispánico resultó ser una alternativa más económica para controlar los niveles de glucosa, no obstante, no recomiendan su ingesta en pacientes diabéticos porque consumen fármacos y puede haber alguna interacción anormal, lo que es conocido como hipoglucemia, pero continuarán con estudios para analizar si pueden aplicarlo en este sector vulnerable.
LAS PRUEBAS
La estudiante del noveno semestre de la licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos, explicó que comprobaron sus investigaciones con dos grupos de personas sanas, a quienes les hicieron un historial clínico para descartar que presentaran alguna patología, obesidad o consumieran fármacos.
A los asistentes les solicitaron un ayuno de ocho horas para tomar la primera muestra de sangre para medir los niveles de glucosa y los dividieron en dos grupos.
A los primeros les suministraron un desayuno de chilaquiles con salsa de xoconostle y cada 15 minutos continuaron con las muestras hasta llegar al minuto 120 y mantuvieron un nivel estable. Por otro lado, al grupo restante le proporcionaron el desayuno con salsa de tomate y tras las diversas mediciones de glucosa hasta el minuto 120, los resultados registrados en gráficas revelaron subidas y bajadas en los índices de glucosa.
SALSA DE XOCONOSTLE
Cebolla, chile habanero y xoconostle con los ingredientes para elaborar la salsa que ayuda a regular los niveles de glucosa en las personas sanas. El producto no contiene conservadores o sodio y el método de conservación es la esterilización y en refrigeración dura hasta seis meses.
En la dieta diaria se recomienda consumir 50 gramos de fibra, una cucharada de salsa aporta cinco gramos.
Bajo el nombre de Xocochil, los estudiantes quieren registrar la marca para poder comercializarla y acercarla a la población. Además, el proyecto surgió, fue desarrollado y presentado en Puebla, pero Alexa Gutiérrez tiene la pretensión de difundirlo en Tlaxcala.
- 2 Años dedicó Alexa al proyecto que regula los niveles de glucosa.
- 25 Gramos es el consumo recomendado en la dieta diaria.
El costo
- El kilogramo de xoconostle en el mercado cuesta alrededor de 25 pesos, mientras que en los centros comerciales que lo ofrecen alcanza hasta los 45 pesos.
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