Debido a que productores de hongo seta pierden hasta el 35 % anualmente en su producción, desde 2015 Maribel Flores González, profesora investigadora del Centro de Investigación en Biología Aplicada del Instituto Politécnico Nacional (CIBA-IPN), elaboró diversos sustratos enriquecidos para la producción de éstos, los cuales fueron probados en la siembra y obtuvieron hongos de hasta 30 centímetros de diámetro.
En entrevista, la también profesora del CIBA señaló que la producción de hongo ostra a partir de sustratos enriquecidos fue posible gracias a una empresa familiar tlaxcalteca que trabajó con ellos pues padecían del problema de contaminación en los sustratos que utilizaban, lo que implicaba pérdida de tiempo, mano de obra y gasto económico.
Esto, dijo, se debe a que no contaban con protocolos ni estandarizaciones para realizar la producción de la semilla del hongo pleorotus, la cual se conoce como proceso de resiembra o micelio madre, en la cual los interesados compran la semilla y como no está certificada ni aprobada, generalmente la intercambian entre ellos a través de un proceso evaluador.
Detalló que la resiembra consiste en tomar un poco de la semilla o espora del hongo y pasarla a diferentes bolsas pata generar el micelio o la materia prima.
“El problema se da si se tiene un mal manejo de la semilla, también pasará lo mismo cuando llegue la etapa de la fructificación, pues es una contaminación microscópica que el ojo no ve y se tiene que hacer estudios para saber si está limpia la sepa, esto fue para esta empresa una nota especial, saber que tuvieran semilla de buena calidad para tener producto igual”, explicó.
Añadió que estos sustratos fueron elaborados con granos disponibles en Tlaxcala y de bajo impacto económico, pues son realizados con diferentes mezclas y, en este caso, “ese es el proceso que estamos por patentar”.
Asimismo, dijo que la mezcla realizada fue funcional pues el resultado fue un buen fruto, además de que los costos de producción de semilla fueron disminuidos al 50 %, por lo que gracias a eso la empresa, los procedimientos y protocolos que establecen en sus normas se modificaron gracias a este estudio y llegaron a buen término, pues la calidad del producto es de exportación.
“Buscamos los procesos estandarizados, pues una transferencia de tecnología y como tal está en trámite para que se siga perpetuando y se produzca de buena calidad no solo en Tlaxcala, sino en otras partes de la República”, ahondó.
EL PRODUCTO
Flores González precisó que después de sembrar la semilla del hongo seta y, al ser un organismo bien nutrido, lograron obtener fruto de buena calidad, pues el proceso de siembra fue de tres meses, por lo que el tiempo de producción se redujo pues para obtener la materia prima o micelio madre, tardaron solamente 19 días.
Aunado a la disminución del tiempo, aseguró que lograron producir hongos con hasta 30 centímetros de diámetro en el “sombrero”, cuando los que se expenden en el supermercado y que están aprobados por la calidad que ofrecen, llegan a tener como máximo diez centímetros.
Además, comentó, en rendimiento obtuvieron 18.8 kilogramos por metro cúbico y eficiencia biológica del 94 % con los sustratos enriquecidos.
En otro orden de ideas, la especialista aseveró que a pesar de la buena producción de hongos en México, al ser el primer lugar a nivel continente, el consumo no es muy alto tanto en el estado como el país, a pesar de tener propiedades nutracéuticas y de que se ha demostrado que contiene polisacáridos específicos que ayudan a detener o disminuir los niveles o grados de cáncer en una persona.
También, reveló que el consumo de éstos, al contener eritadenine, disminuyen el colesterol en la sangre.
EL PROYECTO
Por otro lado, refirió que el proyecto inició en 2015 y fue concluido hace algunos meses, todo gracias a los productores de la comunidad de Belén Atzitzimititlán, en Apetatitlán, quienes han trabajado desde hace 15 años con esta producción.
Aunado a los beneficios económicos que este avance provee a la siembra, aseveró que también la empresa genera fuentes de empleo directos a más de 15 familias.
Y por el otro lado, señaló que de manera indirecta ayuda al cuidado del ambiente pues el hongo es un organismo que degrada materia lignocelulosa y podría crecer en residuos agroindustriales, pues todas las pajas que se ocupan solamente para el alimento de ganado, pueden venderse para el crecimiento de los hongos comestibles.
LA EMPRESA
Denominada “Fenas AC”, esta empresa ubicada en Progreso 23, interior A, con ayuda del CIBA-IPN, logró aumentar su producción, reducir sus costos y tiempo, además de aumentar el valor de su producto, afirmó Dulce Rubí Reyes López, propietaria de la empresa y exestudiante del Centro ubicado en Santa Inés Tecuexcomac.
Al respecto, indicó que, además de los beneficios obtenidos, ha logrado realizar la producción 100 % orgánica de los setas, pues el sobrante del sustrato ocupado, es reutilizado para crear composta que posteriormente es colocada a los hongos.
ASESORÍA
En caso de requerir información o trabajo de investigación para ver el problema que tengan en su empresa, informó que los interesados pueden acercarse al IPN para recibir asesoría y puedan tener las mejores condiciones y brindarle al productor del hongo.
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