Cuando existe un problema de infertilidad tanto en el hombre como en la mujer, los especialistas de la medicina se ayudan de las herramientas científicas para cumplir los anhelos de la gente: ser padres.
El 25 de julio de 2020 se cumplen 42 años de que Louise Brown, fue el primer caso de una “bebé probeta”, nació en Oldham, Inglaterra.
En Tlaxcala todavía no se tienen hospitales con esa especialidad, sin embargo, dos profesionales tlaxcaltecas ya se manejan en las grandes ligas con los secretos de la medicina. Ellos son Rafael Gibrán Irigoyen Carranza, de Huamantla, y Elizabeth Jurado Luna, de Zacatelco.
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Y aunque los tratamientos son costosos las parejas optan por esta alternativa de la vida.
El Sol de Tlaxcala obtuvo el permiso para presenciar dos alumbramientos en la vecina entidad poblana.
En el quirófano del Hospital Puebla, un equipo de cuatro médicos (materno-fetal, anestesióloga, pediatra y ginecólogo) y cinco enfermeras, se encargan de traer al mundo a un bebés mediante la reproducción asistida.
Otros casos, corresponden a partos normales, pero valorados de alto riesgo, así que aquí, en el quirófano, una área aislada del hospital, de unos 36 metros cuadrados, está prohibido equivocarse, un error podría ser fatal.
EN EL QUIRÓFANO ESTÁ PROHIBIDO EQUIVOCARSE
Son las 16:55 horas y el equipo de especialistas se prepara para practicar la cesárea a Maricarmen N., una paciente mexicana de 40 años.
Antes, bajo una revisión minuciosa, todo el personal debe ingresar al campo quirúrgico con prendas esterilizadas, desde los pies hasta la cabeza.
Y antes de la orden de inicio, una enfermera expresó a este Diario: “Usted sabe de la fotografía, háganos famosos por favor”.
Después de nueve minutos, una ligera complicación, pero, luego luego, se escucha el llanto del nuevo ser; un bebé de casi tres kilos y 48 centímetros; ahora es turno de la pediatra y enfermeras, mientras que los cirujanos suturan.
A las 17:10 horas, un cuarto de hora después, todo ha salido bien, sin novedad, reporta el taxcalteca al mando de 10 profesionistas, Rafael Gibrán Irigoyen Carranza, encargado de la primera de dos cirugías.
A partir de ahora, durante 48 horas, el equipo de profesionales brindará atención personalizada a ambos pero en salas distintas.
“Estoy feliz, Ingenes cumplió mi sueño, bajó mi estrella, este chiquillo ya tiene hambre y voy a darle de comer”, expresó.
LOS TLAXCALTECAS
Rafael Gibrán Irigoyen Carranza se graduó como médico general por la Universidad Popular Autónoma de Puebla.
Tras atender a pacientes en el Hospital San Alejandro donde hizo su internado, fue enviado a una comunidad poblana para realizar su servicio social.
Luego, emigró a la Ciudad de México para realizar una especialidad en medicina materno-fetal y embarazos de altos riesgos, obtuvo mención honorífica por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Pero, desde hace un año trabaja para Ingenes un hospital privado con 14 años de experiencia y más de 35 mil nacimientos a través de la reproducción asistida, ahí presta sus servicios profesionales.
Otro de los trabajos del originario de Huamantla, consisten en liderar las cirugías y dar seguimiento a la evolución médica de madre e hijo.
Irigoyen Carranza se es padre de un niño, está casado, vive en Puebla, pero los fines de semana visita a sus padres en Huamantla.
Por su parte, Elizabeth Jurado Luna, de 29 años es licenciada en Enfermería por la Universidad Autónoma de Tlaxcala y trabaja en el Hospital de Puebla.
Con amplia experiencia en la enfermería se encarga de asistir a los médicos cirujanos y, tras el alumbramiento (por cesárea) de un niño, vigilar muy de cerca a la progenitora.
Elizabeth tiene un hijo, causa por la que trabaja, mientras que su madre lo cuida, ella pone en alto el nombre de Tlaxcala.
EJEMPLO
- Ambos profesionistas son ejemplo en el centro de trabajo donde pasan jornadas enteras, más tiempo que en su casa, pero al final la recompensa está en el sueldo que perciben.
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