A unos cuantos días de finalizar la fecha límite para retirar todo tipo de propaganda política del pasado proceso electoral, las calles de los municipios del estado de Tlaxcala siguen invadidas de contaminación visual.
Según la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Tlaxcala, en su artículo 177, "una vez terminadas las campañas electorales, la propaganda electoral deberá ser retirada o eliminada por los propios partidos políticos o los candidatos, o por las personas o empresas que ellos autoricen, a más tardar el último día de junio del año de la elección”.
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Asimismo, señala que “de no hacerlo, se ordenará a las autoridades municipales su retiro, en cuyo caso el costo de dichos trabajos se descontará de las prerrogativas económicas del partido político que infrinja esta disposición”.
Empero, al transitar por las vialidades es común encontrar propaganda, incluso de elecciones anteriores que no fueron retiradas en tiempo y forma.
Además, pese a que está prohibido la colocación de propaganda en accidentes geográficos o equipamiento carretero o ferroviario, como lo señala el artículo 174 de la mencionada ley, pocos partidos políticos respetaron esa normativa o simplemente no les alcanzó el presupuesto.
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También, a más de dos semanas de los comicios, pocas entidades de interés público con registro legal ante el Instituto Nacional Electoral o el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones han comenzado retirar la basura electoral impresa en lonas, calcomanías, posteres u otro material que favorezcan al medio ambiente.
Y es que la recomendación de la legislación electoral fue procurar la utilización de materiales biodegradables, reutilizables o reciclables en la elaboración de su propaganda electoral.
Aunque en la mayoría de las ocasiones, las lonas de grandes dimensiones son retiradas por los propios propietarios que autorizaron la colocación de la propaganda, con la finalidad de darle utilidad particular.
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Eso sí, los candidatos que resultaron ganadores de las elecciones comenzaron a eliminar las pintas en bardas, mientras que la mayoría de la contaminación visual que permanece es de los candidatos perdedores.
En Tlaxcala estuvieron en juego 15 diputaciones de mayoría relativa, 60 presidencias municipales y 10 diputaciones de representación proporcional, quienes dominaron los espacios propagandísticos de su jurisdicción.
Además, se eligieron 350 regidurías, 60 sindicaturas de mayoría relativa y 299 del cuarto orden de gobierno, esto es, presidencias de comunidad, mediante voto ciudadano, donde aún faltan elegir 93 autoridades mediante usos y costumbres.
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Propietarios de algunos depósitos de reciclado consultados por este Diario, informaron que las lonas no las compran por falta de mercado, además de que no son redituables.