El dolor, el sufrimiento y la enfermedad son cruces que van viniendo, pero que es necesario saberlas acoger para hacerlas fecundas, sostuvo el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino.

En la Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, en el municipio de Apizaco, el máximo jerarca de la Iglesia católica en la entidad instó a los fieles a no permitir que la crisis que ha generado la pandemia de Coronavirus oscurezca su fe, sino que se haga más grande.

Acompañado de sacerdotes durante la Celebración de la Pasión del Señor, pidió también a la feligresía seguir dando la vida por sus hermanos y familiares pues, sin duda, ahí el señor les va a pedir una presencia grande y por ejemplo, el convertir esa pandemia en una oportunidad de manifestar su fe, esperanza y caridad.

Este Viernes Santo solicitó encontrarle sentido a la crisis que el mundo está viviendo, pero hacerlo desde la cruz de vida y desde la cruz luminosa.

Nadie va en busca de cruces, las vamos a encontrando, pero hay que tratar de sembrarles amor como Jesús lo hizo... al dolor, al sufrimiento y a la enfermedad no las integramos, y entonces en lugar de que generen vida al aceptarlas las echamos a la basura, expresó.

Finalmente, a puerta cerrada como medida sanitaria por el Coronavirus, indicó que es necesario que los católicos le pidan al Señor que los guíe para poder entender el misterio de la Cruz, que es un misterio fecundo de vida, no de muerte.

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