En próximos días será celebrado el Día del Abuelo, pero la situación de salud impedirá los festejos y reuniones, por ello, Rafaela Flores García, de 64 años de edad, solo pide salud y seguir viva para esa fecha.
Desde hace tres años, doña Rafaela se encuentra alojada en el asilo Casa Tlaxcala situado en Zacatelco, donde disfruta de la compañía de otros adultos mayores y su pasatiempo favorito es leer la biblia.
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Conoce la situación de salud que prevalece en el país desde marzo del año pasado, de ahí que sabe que no habrá visitas en el asilo para el próximo 28 de agosto, pero estará rodeada de sus compañeros del asilo.
Rafaela Flores es originaria de Oaxaca, pero antes de arribar a Tlaxcala vivió en Culiacán, Sinaloa, donde celebró en varias ocasiones el Día del Abuelo con baile y convivencia con sus amigas.
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No obstante, compartió a este Diario que padece diabetes y hace cuatro años le amputaron la pierna derecha, de ahí que debe desplazarse en silla de ruedas, aun así, dijo sentirse feliz y ser bien tratada en el asilo.
Precisó que es la primera vez que se encuentra en una casa de reposo para ancianos, donde fue alojada por su hijo para contar con la atención requerida, pues el trabajo de su descendiente le impide pasar tiempo con ella. Recordó que tiene otra hija, quien vive en Culiacán, de ahí que tiene varios años sin verla.
Para el Día del Abuelo, mencionó que su deseo sería convivir con su familia y recibir visitas en el asilo, pero sabe que la pandemia impedirá las reuniones.
Finalmente, pidió a los jóvenes convivir con los adultos mayores, quienes son personas con experiencia y conocimiento, pero también necesitan la alegría y aprender de otras generaciones.
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