Este domingo, Noé Rodríguez Roldán recibirá un Partido Revolucionario Institucional (PRI) debilitado y con mínima fuerza electoral.
Un instituto que pasó, en aproximadamente dos décadas, de ser el partido hegemónico en Tlaxcala con “carro lleno” en cada proceso electoral, a un instituto que en las pasadas elecciones apenas alcanzó una diputación local plurinominal.
Además, de 1999 a 2011 perdió la gubernatura estatal que históricamente había mantenido y, de 2011 a la fecha, han sido designados cerca de 12 dirigentes estatales.
De hecho, en todo este tiempo, la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) quedó parcialmente acéfala mientras que los pocos militantes que le quedaron se enfrentaron buscando afanosamente candidaturas a los escasos cargos públicos en el Congreso local, gobierno estatal o el de la República.
LA GUBERNATURA DEL PRI
De 1950 a 1999 el PRI mantuvo en sus manos la titularidad del Poder Ejecutivo local, en donde consolidaron su carrera política personajes como Joaquín Cisneros Molina, Emilio Sánchez Piedras, Tulio Hernández Gómez, Beatriz Paredes Rangel y José Antonio Álvarez Lima.
Fue en la transición para designar al gobernador del sexenio de 1999 a 2005 cuando el PRI sufrió un primer golpe: arropado por un frente opositor que encabezó el Partido de la Revolución Democrática, Alfonso Sánchez Anaya fue el protagonista de esa alternancia al derrotar en las urnas al otrora poderoso político Joaquín Cisneros Fernández, favorito en todas las encuestas al inicio de ese proceso electoral de 1998.
La historia se repitió en el sexenio de 2005 a 2011 cuando el tricolor no pudo recuperar el poder, pues la ciudadanía eligió como su autoridad estatal a Héctor Israel Ortiz Ortiz, emanado de las filas del Partido Acción Nacional.
Fue en 2011 -tras dos intentos- cuando Mariano González Zarur reconquistó el poder para el PRI y después lo mantuvo con Marco Antonio Mena Rodríguez, actual titular del Ejecutivo estatal, quien concluirá su mandato en 2021.
EL CAOS EN LA DIRIGENCIA
Empero, mientras el PRI recuperaba la titularidad del Ejecutivo local, en la dirigencia estatal no había solidez en los nombramientos.
Y es que en la última década por la presidencia del CDE han pasado al menos 12 militantes.
A finales de 2011, el ahora titular de la Secretaría de Fomento Agropecuario y exdiputado local, Arnulfo Arévalo Lara, fue designado dirigente estatal del partido para el periodo 2011-2015.
Sin embargo, aproximadamente 17 meses después renunció al cargo para asumir la delegación estatal del Registro Agrario Nacional.
En su lugar, a inicios de 2013, quedó como presidenta interina la exdiputada local María Angélica Zárate Flores quien, junto con Gilberto Silva Flores, fue la encargada de emitir una nueva convocatoria para designar a los integrantes de la dirigencia estatal.
Fue así que, algunas semanas después, la cúpula del PRI eligió a José Luis González Sarmiento y a Rosa Isela Sánchez Rivera como presidente y secretaria general del CDE, respectivamente, para concluir el mandato que dejaron inconcluso Arnulfo Arévalo Lara y la ahora presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca.
Pero a mediados de ese año, Silva Flores fue depuesto del cargo y en la renovación del CDE fue nombrado presidente Noé Rodríguez Roldán.
TOMA DE PROTESTA
Este domingo a las 10:00 horas, en el Palenque del Recinto Ferial tendrá lugar la elección de los titulares de la presidencia y de la secretaría general del CDE del PRI para el período 2020-2024.
Y posiblemente ante la presencia de Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI, del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez y de toda la estructura del PRI en Tlaxcala, Noé Rodríguez Roldán y Mildred Rubí Vergara Zavala serán ungidos presidente y secretaria general en la entidad.
Y es que la fórmula integrada por ambos militantes es la única registrada para dicha renovación.
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