En un negocio millonario se ha convertido la tala de miles de árboles extraídos de los bosques de Tlaxcala, bajo el argumento de que están plagados por el gusano descortezador.
En la industria maderable a los árboles secos les dan diversos usos, una tabla de una pulgada por 2.50 metros de largo y 30 de ancho, tiene un costo de entre 80 y 120 pesos.
“Una empresa nos vendió metros cúbicos de madera, pero como viene con plaga es un riesgo pues estamos cerca del bosque y se puede propagar”, explicó el responsable de un aserradero en Tlaxco.
El Sol de Tlaxcala visitó algunos aserraderos que operan en Tlaxco y en la sierra de Puebla, el destino final del macizo forestal. Ahí, la mayoría de los establecimientos opera amparado con un permiso expedido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Encargados de estos giros que solicitaron que sus nombres no fueran revelados ante posibles represalias, admitieron que reciben los cargamentos de la montaña Malinche.
Hasta abril de este año, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) dio permiso para derribar mil 642 hectáreas de coníferas en 20 municipios, unos 50 mil árboles, esto significa la extracción de 72 mil 784 metros cúbicos de madera.
Por eso, todos los días descienden camiones cargados de troncos de árboles de tres variedades de pino-ocote de los bosques de la Malinche, Panotla y Tlaxco-Terrenate, principalmente.
Y desde los bosques, ya van cortados los troncos con las medidas comerciales 2.50 y 1.20 metros de largo.
PORTAN TRONCOS LA PLAGA
Los troncos que llevan plaga del gusano descortezador entre la corteza, están apilados en los aserraderos, para que sean perfilados en el giro de la construcción y fabricación de tarimas para el comercio.
Ahora, es común observar a cualquiera hora del día, el traslado de la madera con una guía de venta que emite Conafor.
La vigilancia en carreteras para identificar que la madera sea legal, es mínima pues la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no tiene personal.
De hecho, la Profepa fue desmantelada por el gobierno de la República, pues forzó el retiro de la mayoría de los trabajadores; no disponen de camionetas ni combustible para operar. Parte de la vigilancia recae en personal de la Coordinación General de Ecología y Comités de Vigilancia conformados por pobladores de cada comunidad, pero se niegan a proporcionar información.
Lo mismo pasa con el encargado del despacho de la Conafor, Julián Perez Ríos, quien por undécima ocasión se encierra en su oficina y no sale mientras lo visita El Sol de Tlaxcala. De hecho, hasta desobedece a Carlos Luna Vázquez, coordinador de los programas del gobierno de la República en Tlaxcala en la Secretaría del Bienestar, quien ha solicitado la información.
Personal de Conafor indicó que como se trata de información reservada, compromete la seguridad pública y pone en peligro la integridad y los derechos de los dueños de los terrenos, empresas y aserraderos.
- 80 PESOS hasta 120 es el costo de una tabla de una pulgada por 2.50 metros de largo y 30 de ancho.
DERRIBO
La Comisión Nacional Forestal dio permiso para derribar mil 642 hectáreas de coníferas en 20 municipios, unos 50 mil árboles, esto significa la extracción de 72 mil 784 metros cúbicos de madera.
DESTINO
Los troncos que llevan plaga del gusano descortezador entre la corteza, están apilados en los aserraderos, para que sean perfilados en el giro de la construcción y fabricación de tarimas para el comercio.
Una empresa nos vendió metros cúbicos de madera, pero como viene con plaga es un riesgo pues estamos cerca del bosque y se puede propagar
Responsable de un aserradero en Tlaxco
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