Recomienda SESA chequeo médico para prevenir problemas de próstata

Estos estudios están dirigidos a personas mayores de 45 años y a pacientes de 40 años con antecedentes familiares

Redacción El Sol de Tlaxcala

  · miércoles 26 de junio de 2019

La Secretaría de Salud (SESA) recomienda a los hombres mayores de 45 años de edad realizarse un chequeo médico para prevenir problemas de Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) y la detección temprana de cáncer de próstata.

Saira Díaz Pérez, Directora de la Unidad de Especialidades Médicas de Enfermedades Crónicas, dio a conocer que a partir de los 40 años la próstata empieza a crecer, por lo que se recomienda realizarse estudios de detección integral de crecimiento prostático, los cuales consisten en la aplicación de un cuestionario de síntomas, realización de tacto rectal y antígeno prostático específico.

Además, los varones deben realizarse un examen general de orina para descartar algún proceso infeccioso, ultrasonido vesical y prostático con medición de orina residual para determinar el tamaño de la próstata.

Díaz Pérez precisó que estos estudios están dirigidos a personas mayores de 45 años y a pacientes de 40 años con antecedentes familiares de cáncer de próstata.

Cabe señalar que el crecimiento de la próstata puede ser benigno (hiperplasia) o maligno (cáncer), por lo que es fundamental realizar un diagnóstico oportuno para aumentar las posibilidades de cura.

La hiperplasia prostática benigna es una afección frecuente, el agrandamiento de la glándula prostática puede provocar síntomas urinarios como el bloqueo del flujo de orina de la vejiga y problemas en las vías urinarias o riñón.

Algunos signos y síntomas frecuentes de la hiperplasia prostática benigna son: necesidad de orinar frecuentemente o con urgencia, aumento de la frecuencia de la orina por la noche (nicturia), dificultad para comenzar a orinar, flujo de orina débil o que se detiene y vuelve a comenzar, goteo después de orinar e imposibilidad de vaciar la vejiga por completo.

Entre los factores de riesgo están la obesidad y una dieta alta en proteínas y grasas, factores que aumentan el riesgo de progresión de la enfermedad.

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