El aumento en las temperaturas ambientales durante el periodo de la primavera genera una descomposición orgánica más rápida en frutas y verduras, por lo que expendedores de estos productos en mercados y tianguis municipales han reportado pérdidas.
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A pesar de estar ubicados en áreas cubiertas por techumbres o en espacios interiores, la temperatura ambiente alcanza los 32 grados Celsius en diferentes municipios del estado, por lo que la venta de estos productos debe ser inmediata, ya que de un día otro presenta debilitamiento, por lo que terminan por no estar en condiciones adecuadas para su ingesta.
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Comerciantes de Zacatelco reconocieron que la llegada del ciclo primavera-verano trae consigo un aumento en las temperaturas, lo que impacta de forma negativa en la calidad y frescura de las frutas y verduras.
Durante este periodo, es importante ser conscientes de los daños que el calor ocasiona en estos alimentos, especialmente si no se toman las medidas adecuadas para protegerlos
Ángel Ávalos González, tianguista del mercado de Zacatelco, señaló que las altas temperaturas han acelerado el proceso de maduración de las frutas y verduras, lo que resulta en una reducción de su vida útil.
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Este aumento en la maduración puede provocar que las frutas se ablanden rápidamente, se vuelvan más susceptibles a los golpes y pierdan su sabor y textura original. Del mismo modo, las verduras pueden marchitarse, perder su color y volverse menos crujientes
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Añadió que otro efecto del calor en las frutas y verduras es la deshidratación. “Las altas temperaturas pueden provocar una mayor evaporación del agua contenida en estos alimentos, lo que puede resultar en una pérdida de peso y un aspecto marchito. Esta deshidratación también puede afectar negativamente la calidad nutricional de las frutas y verduras, ya que algunos nutrientes sensibles al calor, como las vitaminas C y del grupo B, pueden degradarse fácilmente”.
Ante esta situación, mencionó que es importante destacar que ciertas frutas y verduras son más susceptibles al calor que otras. “Por ejemplo, las bayas, las uvas, los tomates y las verduras de hoja verde tienden a ser más sensibles y pueden deteriorarse más rápidamente en condiciones de altas temperaturas. Por otro lado, las frutas y verduras con cáscara gruesa, como las sandías y las calabazas, suelen ser más resistentes al calor”, enfatizó.
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Subrayó que para minimizar los daños que el calor puede causar en las frutas y verduras durante la primavera, es recomendable seguir algunas pautas. “En primer lugar, es importante almacenar estos alimentos en un lugar fresco y bien ventilado, lejos de fuentes de calor, como radiadores o luz directa del sol. Además, se recomienda consumirlos a la brevedad de su compra, sostuvo Ávalos González.
- Las frutas y verduras con cáscara gruesa, como las sandías y las calabazas, suelen ser más resistentes al calor, sostuvo tianguista.
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