Tras una investigación de campo que llevó 40 días, la Coordinación Nacional para el Bienestar de la Universidad Benito Juárez desconoció a Crispín Hernández y Araceli Maldonado como responsables del Comité de Padres de Administración y Supervisión, respectivamente, para la construcción del edificio en Xaltocan de la licenciatura en Ingeniería Ambiental.
Ante ello, autoridades de la Secretaría del Bienestar, con sede en Tlaxcala, tomaron el control de la obra del plantel educativo y lo tienen bajo resguardo, mientras eligen un nuevo Comité.
Lo anterior, tras la visita a Tlaxcala de Raquel Sosa Elízaga, coordinadora nacional de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez, quien aceptó que existe un excedente de gastos en materiales para la construcción del edificio educativo.
El ocho de julio, Sosa Elízaga informó que, derivado de la investigación de campo, detectó elevados costos de materiales, excesivas compras y mano de obra bien remunerada, para la construcción del proyecto de las Universidades de Andrés Manuel López Obrador.
Inclusive, admitió que la infraestructura educativa no correspondía con el proyecto, pues con siete millones de pesos debían edificar módulos para mil 600 universitarios, pero solo construyeron cuatro salones, para 120.
Autoridades de la Secretaría del Bienestar con sede en Tlaxcala, se constituyeron en las instalaciones del plantel educativo en Xaltocan, para dar seguimiento al nombramiento del nuevo Comité de Administración y Supervisión, pero que no estén involucrados maestros ni directivos de Ingeniería Ambiental.
- Con siete millones de pesos debían edificar módulos para mil 600 universitarios, pero solo construyeron cuatro salones, para 120.
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