La preservación del patrimonio cultural no es una tarea fácil, la tiene que realizar un especialista que cuente con los conocimientos necesarios para que las obras no pierdan su valor cultural, un restaurador de bienes muebles está obligado a conservar el patrimonio cultural de la nación.
Nicolás Rivera Medina, egresado de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía con más de dos décadas de experiencia, refiere que quienes desempeñan esta profesión están capacitados para atender diferentes obras como son pinturas de caballete, retablos, murales, esculturas, cerámica, metales textiles y fotografías.
La mayoría de estos son conocidos bienes asociados, pues por sus características están en un lugar pero que en determinado momento pueden ser removidos, si así se determina.
En la entidad existen dos tipos de restauradores los que dependen del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y los que brindan sus servicios de manera particular, aunque ambos tienen que contar con una licencia de trabajo del instituto para garantizar la calidad de su trabajo.
INVESTIGACIÓN, ESENCIAL EN SU LABOR
Al realizar una restauración de una obra de arte esta no pierde su valor, de acuerdo con Nicolás Rivera “todos envejecemos inclusive las piezas que se hacen, lo que hacemos es atenuar este proceso y evitar que con el paso del tiempo se pierdan los bienes muebles”.
Los restauradores trabajan en la dignificación de una pieza para no demeritar el valor estético e histórico de la obra, para esto es necesario investigar el origen de la pieza, hacer una evaluación del proceso de restauración, se genera una propuesta de intervención y se ingresa un expediente al INAH para que sea aprobado y se libere una licencia laboral.
La importancia de que una obra cuente con un diagnóstico de su estado, su constitución y el nivel de deterioro que presenta, es para evitar daños que puedan ser irreparables.
Es por eso que se tiene que conocer cómo fueron hechas las piezas, los materiales utilizados, herramientas y la representación histórica con la que cuentan.
Presentar un plan de trabajo antes es necesario investigar su historia para no suprimir elementos que pudieran hacerlas perder su valor, que los materiales constitutivos no sean alterados
Y es que de acuerdo con Rivera Medina la competencia desleal es una problemática a la que se enfrentan estos profesionales, pues en algunos casos algunos pintores o escultores realizan este tipo de trabajos como un negocio sin aplicar los conceptos adecuados para la preservación, además de violar la reglamentación institucional.
AMPLIA OPORTUNIDAD DE TRABAJO
Tlaxcala es una entidad con un amplio patrimonio cultural mueble, en su mayoría religioso, pues los templos ponen especial atención en la conservación de sus elementos históricos.
Entre los trabajos que destaca Nicolás Rivera fue ser el responsable de la restauración de los bienes muebles del templo de San Francisco Tepeyanco, que resultó dañado por los sismos de septiembre de 2017. Al desprenderse elementos decorativos retablos, esculturas y pinturas fueron afectadas, por lo que se les dio el tratamiento de limpieza y embalaje para permitir la realización de las tareas arquitectónicas, aunque señaló que la solución de restauración fue pensada para 2018, por lo que se tendrá que hacer otro diagnóstico de cómo se encuentran estas obras para que no pierdan su valor histórico.
- 20 años de experiencia tiene Nicolás Rivera Medina como restaurador
- 2 tipos de restauradores hay en la entidad: los que dependen del Instituto Nacional de Antropología e Historia y los que brindan sus servicios de manera particular
Para garantizar un trabajo de restauración es necesario que quien se responsabiliza de estas labores cuente con una licencia por parte del INAH.
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