Cargar la cruz por más de un año debido a la Covid-19 fue un martirio para Antonina Oropeza Jurado, pero ahora que ya recibió la vacuna Pfizer, “resucitó” para aliviar el malestar del confinamiento.
“Aquí en Santa Cruz, a una semana de los días santos, es la gloria poder sentirse protegida con la primera dosis de la vacuna, ahora, a esperar para que nos digan la fecha de la siguiente fase”, afirmó la mujer de 79 años de edad.
Además, dijo, “Jesús resucitó al tercer día, nosotros nos tardamos más, pero es una bendición divina sentir que mi cuerpo ya está protegido y resurgir desde las cenizas para emprender una nueva normalidad, con las medidas de prevención, desde luego”.
Con bastón en mano y formada en el último lugar de la fina, personal de Bienestar llegó hasta ella para conducirla directamente a recibir la vacunación, “vengo solo, mi hija vive en México, pero por fortuna la gente es muy atenta con todos, más con las personas de sillas y bastones”, expuso.
Asimismo, Ricardo Romero de 65 años de edad, sentado en el área de observación que se instaló frente a la presidencia municipal de Santa Cruz Tlaxcala, después de recibir la inoculación, recomendó a los jóvenes no bajar la guardia ante la pandemia y tercera oleada de contagios que se avecina, según los expertos.
“Para nosotros, los adultos mayores, es menester exhortar a la juventud que se abstengan de vivir libertinamente, todos necesitamos protegernos unos a otros, solo así esta pandemia cederá”, expresó.
Mientras, Esperanza Nava Martínez de 63 años de edad, agradeció a Dios por haber tenido la oportunidad de recibir la vacuna y la alienta a vivir con mucha mayor tranquilidad.
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