La vida del sacerdote es diferente, es un compromiso que abarca los 365 días del año, las 24 horas del día y por eso tiene que ser una vocación, aseguró Ranulfo Rojas Bretón, quien desde hace más de tres décadas consagró su vida al servicio de Dios.
El rector del Seminario de Tlaxcala detalló que el servicio que realizan muchas ocasiones los lleva a dejar en un segundo plano a su familia y amigos para cumplir con el estilo de vida que decidieron adoptar.
En entrevista con este Diario, explicó que la preparación de un clérigo tiene que ser amplia y abarcar aspectos humanos, espirituales, intelectuales, pastorales y de vida fraterna que les permitan alcanzar su ordenanza, para poder integrarse a una familia presbiteral.
Mencionó que el ordenamiento abarca una formación de más de 12 años, durante su paso por las aulas estudian las áreas de filosofía sistemática y aplicada, ciencias auxiliares como el latín y el griego, sociología y psicología.
Además, complementan los estudios con cuatro años de teología, en las que se estudian materias eclesiásticas que tienen que ver con los dogmas y la liturgia de la Iglesia, la moral, el derecho canónico y parroquial, la pastoral, entre otros.
Antes de recibir el diaconado que es la primera orden sacerdotal, quien decide dedicar su vida a esta labor debe llevar una preparación extremadamente exigente en el aspecto intelectual.
RETRIBUCIÓN POR SUS SERVICIOS
Rojas Bretón comentó que a pesar de que la formación sacerdotal requiere de varios años de estudio, de una amplia vocación y en cierto sentido sacrificio, los programas de estudio que imparten a la fecha no están avalados por la Secretaría de Educación Pública.
Esta situación, comentó, provoca que por su servicio no puedan recibir un pago, por lo que los sacerdotes reciben una remuneración proveniente de los estipendios (aporte de la ciudadanía por el pago de misas), que además también son destinados para el pago de personal y los servicios básicos como luz, agua potable y teléfono.
De acuerdo con lo que establece la última reforma en materia fiscal, los sacerdotes no reciben un sueldo, sino se les otorga un recurso por concepto de gastos de manutención, que establece que el sacerdote puede recibir hasta 12 mil 600 pesos mensuales, aportación que es transferida de manera electrónica.
Si las percepciones rebasan esta cifra mensual, los sacerdotes ya están obligados a declarar ante el Servicio de Administración Tributaria sus gastos de manera anual
Tampoco tienen acceso a los esquemas de salud cotizan ante el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, debido a que no pueden comprobar un ingreso de manera formal
CERCANÍA CON LA COMUNIDAD
“Dedicar la vida al servicio de Dios no los encadena a la celebración de eucaristías simplemente, la cercanía con la comunidad son algunos de privilegios que les da esta profesión”, señaló Ranulfo Rojas Bretón.
Durante su vida al interior de la Diócesis de Tlaxcala, también se desempeñó como párroco de la Parroquia de San Luis Huamantla, donde platicar con la comunidad fueron de las tareas más gratificantes que encontró, salir a las calles conocer a los vecinos y las situaciones que enfrentan de manera cotidiana.
Al ser un amante del deporte le permitió crear vínculos con los jóvenes, y es que señaló que “el hacer ejercicio es una manera de cuidarnos y mantener nuestra salud, además de poder compartir”.
Como rector del Seminario, coordina las tareas de formación de los futuros diáconos, pero también fomentan el desarrollo de valores, la actividad de convivencia y deportiva entre los estudiantes, así como actividades culturales que tienen que ver con ensayos de rondallas y coros.
CRISIS DE FE
“Los escándalos que se han dado al interior de la Iglesia nos han afectado en la imagen, y provocan una crisis de fe”, reconoció el presbítero al expresar que cuando se comete una falla el señalamiento no es a la persona sino a la Iglesia en general.
Señaló que la sociedad está en un momento de hartazgo de las instituciones, en el que critican a toda figura de autoridad.
“La evolución social también ha sido causa de que los sacerdotes o los maestros dejen de ser las figuras de respeto que antes eran consideradas en las comunidades”, refirió.
130 sacerdotes brindan su servicio en el estadod de Tlaxcala.
12 mil pesos mensuales es lo que pueden percibir por sus servicios.
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