Confeccionista de prendas escolares sobre medida cumplió en 2019, una década de trabajar para instituciones educativas en Tlaxcala.
Carlos Enrique Ordóñez Pérez, justo en estas fechas, previo al ciclo lectivo, duplicaba el trabajo para satisfacer los pedidos del personal docente y padres de familia.
El diseño y confección de batas para instituciones del Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) son su especialidad.
Desde que se avecindó en Tlaxcala, es originario de Lagunilla, delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México, instaló la Sastrería C&C en Totolac.
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Y sus jornadas se ampliaban hasta 12 horas al día, para cumplir los contratos, empero, desde hace un año con la pandemia del nuevo coronavirus, su trabajo se vino abajo; vinieron los problemas económicos.
Primero, agotó sus ahorros, después se dedicó a diseñar ropa que ocuparon médicos y enfermeras en la primera y segunda ola del coronavirus, aunque no había mucho trabajo.
De hecho, se arropó de sus padres quienes recibieron la pensión adelantada del gobierno de la República. Eso sí, nunca dejó de trabajar. Ahora, cuando se enteró del regreso a clases, sus servicios de sastrería comenzaron a ser solicitados.
Desde abril comenzó su trabajo en la confección de prendas escolares, tiene pedidos hasta el siete de septiembre.
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